Lágrimas de verdad.

2.6K 245 109
                                        


En un comienzo, había pensado seriamente en retirarse a su hogar, irse de ahí para sacarse todo ese roperío, los zapatos que apuñalaban sus piesecillos y lanzarse a su cama para llorar un poco. Se arrepintió mientras se alejaba para toparse con la alegre música en un salón al fondo del hotel. Se dijo.. ¿Por qué no?. Al demonio todo, ya estaba ahí y él nunca salía a ningún lugar por su trabajo y su preocupación hacía su hermano.

Necesitaba distraerse.. Sobre todo.. Porque solo podía pensar en esa mujer rubia de largos cabellos sedosos, una bella mujer tan perfecta que solo alguien cómo su jefe podría conquistar. No puede detener a su mente veloz que imagina a detalle el cuerpo fuerte y magno de Asami conquistando el de ella.. Ambos gimiendo a gusto.

Ya no quería pensar en eso, sus ojos ardían, su garganta se hace un nudo, su estómago dolía, su pecho, todo dolía.

No se dio cuenta cuando al fin había llegado al gran salón por su cuenta. Bebió a pesar de no tener costumbre con el alcohol, ni siquiera supo que era lo que tenía en sus manos, el bartender se lo había recomendado, era un trago dulce, pero quemaba cuando pasaba por su garganta.

Iba por su segundo trago cuando alguien se sienta a su lado, luego de sonreírle de forma bonita le invitaron a bailar y aceptó. Dentro de su mareo y alegría vacía, evitó decir que era un chico vestido de chica. No quería problemas.

Todo fue bien hasta que su acompañante le enseñó sus manos atrevidas toqueteándole por "accidente" su durazno, el joven apuesto y descarado le besó en los labios súbitamente, apenas un roce pues él se hizo para atrás de inmediato, sintió tanto asco y desolación.. Sólo le hizo recordar que quizá estaba perdido, porque por mucho que intentara corresponder, el hombre que quería que le besara estaba con alguien más.. Y siempre estaría con alguien más.

Su acompañante le soltó al verle llorar y él había salido corriendo del lugar. Ya fuera del salón, chocó fuertemente con una persona y no solo eso.. Había caído al suelo de culo.

-Buena manera de cerrar tu noche Misaki- Susurraba para el mismo sin intención de levantar su cuerpo.

-¿Misaki?-

Esa voz tan profunda..

-¿Usagi san?- Misaki al fin miró hacía arriba, el hombre tan guapo cómo siempre le analiza por todos lados mientras se inclina hacía él.

-Lo siento Misaki, déjame ayudarte, apareciste de la nada, ¿Estás bien?- Akihiko pasa sus manos bajo los brazos de Misaki para levantarle. Misaki se siente un niño.

-Si, no te preocupes, estoy bien- Intentó sacudir su vestido aunque dudaba que estuviese sucio, el suelo estaba demasiado reluciente. Limpiar su ropa le daba tiempo para evitar los ojos lila en lo que sus lágrimas se regresan a dónde deben.

-No parece, ¿Estabas llorando?- Akihiko le impide desviar la mirada sujetándole la barbilla con su dedo índice y pulgar.

-Usagi san.. No preguntes más, ¿Si?-

-¿Al menos puedo preguntar por qué vistes así?- Medio sonríe mirándole más, Misaki se le hace muy lindo así- ¿Necesitas ayuda en algo?-

-Es por trabajo, no es nada grave, no estoy involucrado en nada turbio- Sonríe incómodo- Mm usagi san, ¿Qué haces aquí?-

-Asuntos de negocios-

-¿Tú?, ¿Ahora eres un hombre de negocios usagi san?- Misaki no pudo evitar el tono con algo de burla. A Usami Akihiko jamás le llamaron la atención los "asuntos de negocios". Es más, los odiaba.

-No precisamente, es complicado-

-Mm, ¿Estás solo aquí? o.. Esa mujer.. -

-Jamás salgo con ella, la evito lo máximo posible- La actitud de Akihiko se enfría al nombrar a la mujer.

Tu asistente.. Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora