(Asami/Misaki)
Inhala.. Exhala.. Tú puedes Misaki, necesitas éste trabajo.
-Takahashi Misaki.. Asami san le espera en su oficina, acompáñeme por favor.-
Porque ese día no solo conocería a un tirano y explotador.. Si no quizá a algo mucho más importa...
Misaki da exactamente dos pasitos hacía atrás con sus preciosos zapatos de cristal. No podría caminar hacía adelante, no con esa pantera negra con ojos de halcón asechándole con malicia.
-¿Ryuichi?, espera..- Misaki busca ayuda con los ojos pero el único ser humano cerca era Roberto, el estilista que ahora mismo acumula un pozo de babas mientras tiene la boca y los ojos abiertos succionando la visual perfecta de Asami Ryuichi.
-Takahashi Misaki- Asami tiene ambas manos en sus bolsillos, sus cabellos están curiosamente peinados hacía atrás, nada fuera de su lugar, usa un traje de gala que traza cada músculo, basta una mirada para entender lo que hay tras esa ropa.. Un gladeador traído desde el mismísimo olimpo, sus ojos están feroces y negros de crueldad- Te ves despampanante, te invitaría a seguir disfrutando de la velada.. Pero debo educarte antes-
-¿E..Educar?, pero yo ya fui a la escuela y me fue muy bien- Misaki deja de hablar incoherencias de borracho por las risas de Roberto, entiende que Ryuichi habla de otro tipo de educación- O..Oye Ryuichi, yo solo estaba ayudando y..-
-¡Ay Misaki no seas tonto mi vida!, ¡Deja que ese papucho te eduque todo lo que quiera!- Roberto se acerca a Asami- Buenas noches por cierto, Asami querido, como siempre eres un colirio para mis cochinos ojos, que papi rico estás hoy mi tormento de pasión-
-Roberto, no creas que no me debes una gran explicación, no debiste secundar todo ésto- Asami no cede ni un poco en su enojo.
-No le regañes- Misaki se apresura hasta llegar frente a frente a Asami, tiene que ver hacía arriba con ese hombre tan alto, de alguna manera se siente pequeñito cómo un ratón, Asami se ve más grande cuando está enojado, cómo un super poder.. Tanta tontería.. Cuando bebe definitivamente piensa muchas tonterías- Todo ésto fue mi idea, Roberto san no tiene culpa de nada, yo fui quién.. ¡Ahh!, ¡Suéltame!, ¡El vestido!, ¡Ryuichi!, ¡Ni se te ocurra malograr éste vestido también!- Misaki es elevado en el aire, es acomodado en el hombro de su jefe tal como la vez anterior.
-¡Misaki disfruta por mi!, ¡Disfruta por todos!- Roberto daba saltitos en su lugar.
-Roberto- Asami se gira hacía él con naturalidad, cómo si Misaki no le pesara ni un gramo en el hombro- Mañana ve a mi oficina, pagaré por éste vestido y también ajustaremos cuentas tu y yo-
-¡Ryuichi ya te dije que no le regañes!- Misaki junta sus manos mirando a Roberto desde la espalda de su novio- ¡Roberto san lo siento!-
-¡Ay ni te disculpes cariño!.. ¡Asami Ryuichi!, ajusta todas las cuentas que quieras conmigo, ¡Castígame!, ¡Deja caer el peso de la ley sobre mi con tu martillo y edúcame papu!- Había gritado con ambas manos en el muro tras él, dándole la espalda al abogado que solo movió negativamente la cabeza y se retiró con su preciada carga.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La escena es igual a un duelo de vaqueros.
En un extremo estaba Mikhail.. Y en el otro Yuri. Los Arvatov, se ven con desdén porque ambos sabían lo que el otro había hecho. Era momento de ajustar cuentas.