Tu asistente.. Tu vida.

Reinicio

No lo podía creer.. ¡Eran unos pilluelos!

-¿Oyes eso?- Roberto menea sus caderas y se abanica el rostro con su propia mano- ¡Será mi nuevo tema de alarma y de llamadas también!, que bellos y suculentos gemidos, tal como esos cd drama que escucho cuando me siento solito y falto de amor, ¡Estoy sorprendido!-

-Asami perdió la cabeza con su asistente- Mikhail comparte sonrisas con Roberto, se preocupa de ser todo un coqueto con el estilista, es muy divertido- Ese tipo a sido discreto toda su vida, en cambio ahora- Se burla alzando ambas manos encogiéndose de hombros- Le partió la cara a un tipo y cómo podrás escuchar, tiene sus manos sobre Misaki-

-Ay mi vida, creo que le puso más que las manos encima- Roberto agita los hombros- ¡Y en un hospital!, aquí huele a fetiche, y del fuerte.

Mikhail cariño, ¿Dijiste que mi Ryuichi había golpeado a alguien?, ¿A quién y por qué? cuenta el chisme completo y no seas avaro- Roberto indica su oreja acercándose a Mikhail.

-Okasaki Ren, el neurólogo, besó a Misaki a la fuerza, Asami lo vio- Mikhail se carcajea- ¿Puedes creer su mala suerte?, que idiota, le pasa por meterse dónde no debe-

-Dulzura, tejado de vidrio contigo mi cielo, y también con mi Ryuichi.. Aquí la única víctima de todo siempre es mi ternurita de ojos verdes, de alguna manera paga lo que no compra por culpa de los sementales que le rodean, y eso te incluye Mikhail querido.

No pensé que ese papucho llegara a tanto, tan callado que se ve, aunque esos son los peores- Ríe Roberto ya queriendo sacarle la máscara a ese neurólogo bien dotado.

-Si claro, cómo sea, ese tipo quedó internado aquí, Asami le pegó duro-

-¿Tanto así?- Roberto se espanta cubriendo su boca.

-Según sé, le quebró un par de costillas, Okasaki dijo que no demandará a Asami, asume su responsabilidad, dice estar arrepentido por su actuar indebido-

-Mmm.. ¿En qué habitación está?-

-2F, ¿Por qué?-

-Yo sé mi cuento mi vida- Roberto lo ve con malicia- Y tú.. En vez de escoltar la habitación como un pervertido, deberías ir a hacer algo de provecho-

-Sólo estoy vigilando que nadie interrumpa- Mikhail sonríe inocente, aunque de inocente.. Nada.

"¡Ryuichi!, ¡Aih!".

Un fuerte gemido explota en sus oídos cómo potente estimulación acústica, no sólo Mikhail y Roberto se dan cuenta, un par de enfermeras que enloquecen por la chisma ardiente también lo hacen.

-Ok- Roberto ve a Mikhail, especialmente en cierto abultado lugar- Mikhail bebé, te aconsejo salgas de caceria mi vida, eso es un peligro, podrías apuñalarle el ojo a alguien, no vayas con el circo ruso que se acaba de formar en tus pantalones, que aquí no tendrás público ni escucharás aplausos.. No dirigidos para ti al menos- Roberto se ríe por su infaltable ingenio.

-Roberto, no soy como tú, no estoy tan desesperado, ya deja de bromear y busca en que entretenerte, dale algo de descanso al neurólogo antes de ir con él para desahogar tus frustraciones nocturnas- Mikhail bromea y replica cómo siempre hace con el estilista.

Era divertido porque sabía que saldría con una respuesta de vuelta que le haría reír.

-Mikhail querido, que gusto el tuyo de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio..

Entre tú y yo sólo hay una pequeña diferencia-

-¿Ah si?, ¿Cual sería esa diferencia?- Mikhail toma a Roberto de su pequeña cintura, más Roberto le aparta con unas palmaditas en su duro pecho.