Tu asistente.. Tu vida.

Lágrimas de cocodrilo.

En un café de Tokio, lo que había comenzado como un intento de acuerdo, terminó en una tensa discusión.

Asami sabe de sobra lo detestado que es sólo por el hecho de existir, estaba acostumbrado a darle frente a tipos que le querían perjudicar por la envidia y celos que provocaba la frustración personal ajena, aún así, no deja de cansarle el tener que enfrentar el ego herido de otros, cuando él solo quería hacer su jodido trabajo.

-Asami Ryuichi, ¿Crees que con ese elegante traje, tu rostro tallado por el mejor escultor, tu sabrosura, tu perfecto corte de cabello, tu aroma masculino, tu porte, el buen gusto y el bulto en tus pantalones, podrás amedrentarme?-

¿Que carajo?, ¿Ese tipo lo estaba atacando o halagando?, ¿En qué momento le miró la entrepierna?.

-Masayoshi, como veo que no llegaremos a nada, daré éste encuentro por terminado. Cuando te lleve a juicio y gane, recibiré en mi sueldo un gran bono que saldrá de tu bolsillo, costearé otros trajes más a mi colección y muchos otros cortes de cabello-

-Con gusto papuch.. Digo.. ¡Eso ya lo veremos!, ¡No soy un novato en ésto Asami Ryuichi!-

Al salir del ascensor, vio como su asistente trabajaba arduamente en su computador y una rumba de papeles.. Takahashi Misaki era lo mejor que pudo haberle pasado a su bufete, llevaba seis meses a su lado y se volvió indispensable.

-Takahashi, necesito..-

-¿Status prioritario?- Preguntó sin quitar sus ojos verde esmeralda de la pantalla.

- Si, llama a la corte-

-Ya lo hice, el tema es que aquel juez que le aborrece más que a una pulga en su ropa interior, estará a cargo- Misaki al fin se detuvo para mirarle- Asami san, a éste paso, el caso se aplazará meses y sabe que eso es prácticamente la pérdida de éste-

-Mh, hablaré con Mikhail, se lleva bien con ese tipo, de algo que sirva que el idiota sea un adulador-

-Suerte con eso- Misaki siguió trabajando.

Asami no quiso interrumpirlo más, ajustando su corbata perfecta, fue directamente a la oficina de Mikhail. Habló con él y fue directo con lo que necesitaba, cuando pensó que ya estaba todo listo, Mikhail puso una condición totalmente fuera de lugar, una locura total.

-No- Fue la respuesta inmediata de Asami.

-Asami, solo te lo pido por un fin de semana, debo ir a cerrar un negocio a Manhattan-

-No está en discución Mikhail, podría entregarte a Cecil o a Onodera, pero jamás a Takahashi-

-Hagamos algo, si lo convenzo, Misaki kun será mío por éste fin de semana, necesito a tu asistente, tiene que ser él y lo sabes, de cualquier manera si acepta o no, te ayudaré, pero déjame hablar con él-