Markus 1/2CANADÁ 1870
— Es remotamente imposible Adelaila, no hay más que hablar.
—¿Crees que te diría una falsa verdad respecto a esta situación? ¡No se qué hacer! Va más allá del poder que tengo.
La mujer suspiró extasiada y terminó aceptando las palabras de su acompañante.
— Tráeme al chico.
Mi cuerpo tembló cuando mi madre puso los ojos sobre mi.
¿Debía seguir obedeciéndola como si no hubiera ocurrido nada? Apenas podía mirarla sin sentir miedo o rencor.
Sin embargo debía pensar con astucia y sensatez. No podía dejarme llevar por los pensamientos sanguinarios que había tenido esos últimos meses. Si quería encontrar a Sienna, debía acatar sus órdenes.
Al menos hasta que los contactos de madre o directamente ella misma, me dejaran de servir.Estaba perdido, pero no llegaría a ningún sitio más allá de la oscuridad sin ella. En el momento donde mis ideas se aclararan, escaparía.
Me acerqué a la mujer de pelo canoso con el corazón palpitándome sin control. Era la quinta vez esa semana que visitábamos a los contactos del inframundo de mamá.
Ninguno tenía respuestas a sus preguntas.— Así que anomalías respecto a sus ojos — dijo recordando lo que anteriormente mi madre le había comunicado.
Una pequeña luz cegadora impactó sin ningún tipo de aviso en mi ojo izquierdo.— Markus... — empezó mamá, pero sabía lo que iba a decir, no hacía falta que continuase. Siempre me pedía lo mismo.
"Es por tu bien." "Necesitamos ayuda."
— Quiero ver los otros, joven.
Miré de soslayo a madre aguardando los resultados de esa otra bruja con ansia, y tras concentración y esfuerzo lo hice.
Aún era difícil para mi controlarlo. Había días donde mi instinto animal predominaba sobre la capacidad de raciocinio que solía tener y todo se desmadraba.
Quería salir a cazar. Quizás conejos o alguna liebre que se posara en mi camino, pero madre nunca me dejó y las ganas de ser libre se acumulaban.Todo era peor cuando tenía que yacer con Abigail, mi esposa. Fue complicado convencerla en múltiples ocasiones de que no me ocurría nada. De que estaba perfecto como una rosa, no era así ni mucho menos.
— Interesante — murmuró la señora observando mis ojos con detenimiento.
—Ves — pronunció madre — No mentía.
La señora no despegaba la mirada de mi.
— Eres el primer ejemplar de alfa no biológico que he conocido en mi larga vida. Es asombroso.
La sonrisa de la mujer me provocaba cangelo.
—¿Qué quiere decir eso? — me atreví a preguntar.
— No naciste como un licántropo, sin embargo siempre has tenido alma de uno, uno muy poderoso. Todos albergamos un ser sobrenatural en nuestro interior — explicó — Mi difunta madre, en 1670 pensó que había dado a luz una niña común, pensó que yo no conservaba la maldición de nuestra familia. Cuando nos intentaron quemar vivas en los juicios de Salem, me arrepentí de no haber aprovechado más nuestro poder. No todos pueden. Cientos de humanos desaprovechan diariamente las cualidades que podrían tener si aceptaran su verdadera alma. Claro está, que nadie sabe acerca de ello. A las mujeres que empezamos a aceptar nuestra verdadera alma nos tacharon de brujas y pretendieron echarnos a la hoguera. Como si eso parara la naturaleza de las almas.
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ÉXTASIS I
Teen FictionMuchas veces en la vida uno cree tener algún tipo de condena en las espaldas. Quizás intensos cargos de conciencia en donde no podemos volver atrás y solucionar lo ocurrido. A todos nos persigue nuestro pasado, y todos siempre hemos querido cambiar...