Le costó concentrarse en los postres y al final se declaró por bagrir con miel, helado y nueces. Michael, como era de esperar, pidió helado de chocolate y cardamomo.
-Delicioso- dijo al probarlo- Abre la boca.
Las imágenes se le agolparon en la cabeza, y su expresión debió de reflejarlo, porque vio que las mejillas de Michael se cubrían de rubor.
-Me refiero a que pruebes el helado. Es de cardamomo... Ya se que no te gusta nada el de chocolate.
¿Quería que se inclinaría hacia delante y aceptará un bocado de su cuchara? La camisa tenía el cuello en "V" y si se inclinaba sobre la mesa le brindaría una amplia vista de su escote. Los pezones se le endurecieron aún más al pensarlo.
- Se está derritiendo, Camz. Date prisa- la apuro el, ofreciéndole la cuchara.
Ella se acercó y abrió la boca. Dejo que Michael le rozará el labio inferior con la fría cuchara antes de engullir el helado.
-¿Te gusta?- le pregunto el, y ella tuvo el presentimiento de que no se refería solamente al helado.
-Mucho. Me toca- dijo ella mirándolo.
El le dedicó una sonrisa cálida y sensual que le aceleró los latidos del corazón. Habían hecho aquello muchas veces, compartir un postre, darse a probar del plato de cada uno, robarse mutuamente pedacitos de pan o dar sorbos de la taza del otro. Pero aquella noche era distinto. Se estaban dando de comer el uno al otro como si fueran una pareja de enamorados. Y cuando Michael aceptó el trozo de bagrir que ella le ofrecía, Camila supo por su mirada que estaba pensando lo mismo.
Acabada la cena y el té de menta, se subieron a un taxi para volver a casa y Michael le agarro la mano en silencio. Su tacto era reconfortante y al mismo tiempo excitante. Nunca se habían tomado la mano. Camila estaba acostumbrada a los abrazos amistosos, pero no había nada de amistoso en la forma en la que Michael le tomaba la mano en aquel momento. Sentía la fuerza de sus dedos y el pulso de sus venas sincronizando con el suyo.
Al llegar a su destino, Michael pago al taxista y le abrió la puerta. A Camila le temblaban tanto las manos al tlecear el código de seguridad que tuvo que repetirlo tres veces hasta presionar los botones en el orden correcto. Cuando consiguió abrir la puerta estaba hecha un manojo de nervios. Michael se detuvo y se apoyo en la puerta.
-Esta noche dormiré en el sofá. No quiero presionarte para hacer algo que no quieras.
Eso era lo que más la inquietaba: lo que quiera hacer. Cuánto más pensaba en acostarse con Michael, más tentada se sentía a hacerlo. Pero no estaba dispuesta a arriesgar su amistad. Y bajo ningún concepto le confesaría su más oscuro secreto...
¡Mis amores!
Ya tengo mi celular jeje
Y les quiero informar que actualizaré los viernes,sábados y domingos...
Porque ando muy ocupada con el trabajo y la universidad :(
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Un Brote De Esperanza (Camren Gip)
RandomLJ Gip Michael Jauregui era el típico mujeriego al que solo le interesaban las relaciones pasajeras con mujeres despampanantes, por eso su amiga Camila se quedó de piedra cuando le propuso matrimonio. ¿Que podía ver en ella, bajita y aburrida, un ho...