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Pasaron el resto de la velada charlando animadamente, como siempre hacían. Y a la mañana siguiente Michael se comportó como si nada hubiera pasado, de manera que Camila le siguió el juego.  Llevaba una hora en la oficina cuando le llegó un paquete. Al abrirlo se encontro con una caja de bombones y una nota escrita con letra familiar:

《Gracias por escucharme》
Rápidamente le escribió un correo:
《Gracias por los bombones. No era necesario, pero ha sido un bonito detalle.》
La respuesta de Michael llegó enseguida.
《Era lo menos que podía hacer. No te los comas todos de golpe.》
Camila sonrió y siguió con el informe. A los pocos minutos recibió otro mensaje.
《¿Tienes algún plan para esta noche?》
《Nada especial. ¿Porque?》
Transcurrieron algunos minutos.
《Te veo a la salida del trabajo. ¿A que hora acabas hoy?》
《A las seis. ¿Tengo que cambiarme de ropa?》
《No, a no ser que vayas vestida como Flavia. Hasta luego. 》

Típico de Michael, no darle ninguna pista de lo que tenía planeado. A las seis se lo encontró esperándola en el vestíbulo, vestido con una camisa y unos pantalones oscuros. Tan apetecible que a Camila se le desembocó el corazón. Pero aquello no era una cita. Solo eran dos amigos que se veían mientras uno de ellos estaba en Londres. Y Michael no hablaba en serio cuando le propuso matrimonio.

-Hola-le saludo con una arrebatadora sonrisa.

-Hola. ¿Que tal tu dia?

-No ha estado mal-le paso un brazo por los hombros en un gesto amistoso-¿ Y el tuyo?

-Muy bien- afortunadamente su voz no delataba los nervios. Michael y ella siempre se habían tocado. ¿Porque, entonces, aquel abrazo le provocaba estragos?

-Estupendo. ¿Tienes hambre?

Ella sonrio.

-Teniendo en cuenta que llevo comiendo bombones todo el día...

-¿No me has dejado ni uno?

-No- respondió ella, riendo- Pero si que los he compartido con los colegas.

-Entonces, ¿quieres o no quieres comer antes?

-¿Antes de que?

Michael sacó dos billetes de su cartera. Eran entradas para la obra <Mucho ruido y pocas nueces>, que se representaba aquella noche en el Globe. Las mejores localidades de todo el teatro.

-¡Lolo!- exclamó ella con los ojos como platos. Debían de haberle contado una fortuna.

-Queria ver la obra, y es más divertido ir con alguien a quien también le gusta el teatro.

-Al menos déjame pagar mi entrada.

-No, pero puedes invitarme a tomar algo en el entreacto, si insistes.

-Claro que insisto.

-Mi querida señora Desdén...-bromeo el.

-Interprete ese papel en el instituto-le recordó ella.

-Si, lo se. Tenia que escuchar como Dinah y tu lo destrozaba sin piedad en el cenador.

-¿Que lo destrozabamos, dices?-le dio un manotazo en el brazo- Se lo diré a Dinah la próxima vez que la vea, y entonces si que tendrás problemas.

-No lo creo. Soy su hermano preferido.

-Y también su preferido. Bueno, ¿cenamos antes o después de la obra?

-Mejor después, ¿o prefieres tomar algo rapido?

- Prefiero esperar y tomar una cena decente.

Un Brote De Esperanza (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora