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Michael se giró por centésima vez y ahueco la almohada.  Había trabajado hasta muy tarde y le escocian los ojos, pero no podía conciliar el sueño. Y sabía porque. La cama se le antojaba demasiado  grande al no estar Camila allí. Se había acostumbrado a abrazarla antes de dormirse, sintiendo el calor de su cuerpo y la suavidad de su piel. Sin ella sentía un desagradable vacío.

Y también un fuerte remordimiento por haberse marchado sin pensarlo dos veces. Formaba parte de su trabajo, de acuerdo, pero había dejado a Camila sola en casa para que se ocupara de sus cosas. ¿Como se podría ser más egoísta?

Camila le había parecido triste y desolada por teléfono. Y con razón. El la había sacado del piso donde había vivido desde que rompió con Shawn. Prácticamente le había impuesto aquel matrimonio.  Le había prometido que la apoyaría en todo. Y a las primeras de cambio la dejaba sola.

Iba a tener que esmerarse mucho. Pensó en comprarle unas flores de regreso a Londres y en demostrarle sus sentimientos aún no estando listo para explicarlo con palabras. Tenía que dejarle claro lo mucho que ella significaba para el.

Y lo haría en cuanto acabara aquel proyecto.









Michael vio que la luz del salón estaba encendida al bajarse del coche y se alegró al saber que Camila estaba en casa. Saco la maleta, el portafolio y las flores y se dirigió hacia la puerta.

-¿Camz?-la llamo mientras abría.

-Hola. ¿Has tenido un buen viaje?

-Muy bueno- y lo mejor era que volvía a casa a estar con ella. Pero no iba a decírselo, pues no quería asustarla más de lo que ya estaba asustado el-¿Has cenado?

-No, quería esperarte.

-Salgamos a cenar fuera-le tendió las flores- Para ti. Quería disculparme por haberte dejado sola con las cajas. Fue muy desconsiderado por mi parte.

-Gracias, pero no tenías porque comprarme flores. No me ha importado ocuparme de las cajas- la sonrisa de Camila parecía forzada- He marcado una de ellas para la tienda benéfica, así que échale un vistazo para comprobar que no hay nada que quieras conservar. Y he dejado tus notas y apuntes para que los órdenes tu. Necesitamos otro archivador en el estudio, ya he encargado uno.

-Estupendo. Muchas gracias, Camz.
-Voy a poner las flores en agua.



Michael se esperaba al menos un beso de recibimiento. ¿Realmente quería Camila poner las flores en agua para que no se secaran o era una excusa para evitarlo ?

Sus sospechas crecieron cuando Camila apenas dijo nada durante la cena. Era evidente que algo le ocurría. ¿Pero qué?

Lo descubrió más tarde, cuando se acostaron y el intento abrazarla.


-Lo siento. Esta noche no puedo. Tengo el periodo.

-Esta bien, no pasa nada- por lo que había contado antes de la boda supuso que debía de sentirse tremendamente desgraciada y frustrada por no concebir un hijo.


Lo último que el quería era presionarla y hacerla sentirse culpable por no quedarse embarazada. La situación era extremadamente delicada. Cualquier cosa que dijera o hiciese podría hacerle daño.

Se quedó donde estaba, abrazandola.


-Para que lo sepas, no estoy intentando tener sexo contigo. Simplemente me gusta abrazarte.

-Ajá-acepto ella, pero estaba tensa y no se relajaba como normalmente hacia.

-¿Quieres que te de un masaje en la espalda?

-No. En todo caso, debería ser yo la que te lo diera a ti, después de un viaje tan largo en coche.

-Eh, nada de "deberia". No hay obligación de hacer nada, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.


El suspiro.


-Camz.

-¿Que?

-Acordamos que nada de secretos entre nosotros. Sueltalo.

-No sé de qué hablas.


Michael encendió la luz y la hizo girarse para encararlo.


-Normalmente no te muestras tan reservada conmigo. ¿Te preocupa lo del bebé?

-No.

Es decir,"si" pero no quería admitirlo.


-Podemos ir a ver un especialista-le sugirió el mientras le acariciaba el rostro- Que te haga algunas pruebas, solo para estar más tranquila.

-No es eso.

-Pues dime de que se trata. Por desgracia no se me da bien leer mente.


Ella sacudió la cabeza.


-Es una tontería.

-Aun así, dimelo- le beso la punta de la nariz- Es mejor que guardartelo.

-Esta bien. Estaba mirando tus cosas para saber dónde ponerlas y me encontré con un dibujo de Lucy. O al menos eso parecía, ya que había garabateado una L en un corazón.

-¿Un dibujo?-Michael frunció el ceño- Deben de ser apuntes muy antiguos. Supongo que ese dibujo estaba en algunas notas que quería conservar, porque de lo contrario lo habría tirado. No pensarás en serio que sigo prendado de ella, ¿verdad, Camz? Hace años que no la veo, y no tengo el menor interés en saber dónde está ni lo que hace. Sin contar que estoy casado contigo- la estrechó en sus brazos- Yo no soy Shawn,  Camz.

-Lo sé.

-Pues dame un abrazo en vez de castigarme con tu silencio- estuvo a punto de decirle que la había echado de menos y que se alegraba de volver a casa con ella.

Pero eso no formaba parte del trato.

El amor los habia hecho sufrir a ambos. Era mejor dejar las cosas como estaban. Michael se guardó sus pensamientos y la abrazó hasta que los dos se quedaron dormidos.

Un Brote De Esperanza (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora