Maratón 4/?
Michael le hizo una señal a un violinista para el primer baile y empezó a tocar.
Los ojos de Camila se abrieron como platos al reconocer la melodía. Era una versión instrumental de Time in a Bottle, Michael sabía que Camila conocía la letra.
La tomo en sus brazos y, gracias a los altos tacos de Camila, le bastaba con inclinarse un poco para pegar la mejilla a la suya. Si creyera en el amor diría que era la emoción que sentía por Camila. Su amiga. Su amante. Su esposa.
Sintió un escalofrío al pensarlo. La primera vez que había creido en el amor todo había salido mal. Por eso nunca había vuelto a implicarse emocionalmente con nadie.
Con Camila, en cambio, era distinto.
A el siempre le había gustado, incluso cuando eran niños. Le resultaba muy fácil hablar con ella y disfrutaba de su compañía, sobre todo cuando comenzaron a compartir su afición por la historia. Fue ella quien lo ánimo a enviar sus artículos al periódico. Y fue ella la primera persona a la que Michael llamó para contarle la oferta que le hicieron para trabajar en televisión.
Cuanto más pensaba en eso, más de daba cuenta de lo importante que había sido Camila en su vida.
Razón de más para no enamorarse de ella. No quería que su relación se estropeara. Quería volver a casa con ella al acabar el día, quejarse del papeleo y dejar que ella se burlase de su mal humor. Quería compartir con ella sus descubrimientos, sabiendo que le hacían tanta ilusión como a el. Y quería tener una niña con los grandes ojos marrones de Camila y su tímida sonrisa. Una niña a la que poder llevar a hombros y a la que adorase con toda su alma. Una niña a la que poder enseñar e encontrar fósiles en la playa y cavar zanjas en el jardín.
Todos aquellos pensamientos lo hicieron estremecerse. Y cuando acabo la canción beso ligeramente a Camila en la mejilla y se apartó. Necesitaba poner espacio entre ellos.
-Yo ya he bailado bastante por esta noche. Será mejor que te deje libre, para que no digan que estoy acaparando a la novia.
Pero mientras se paseaba por el salón y charlaba con sus amigos, siguió siendo consciente de donde estaba Camila, como si un cordón invisible lo atara a ella. Cada dos por tres la buscaba con la mirada y ella le sonreía. Y cada vez que eso sucedía el corazón le daba un vuelco.
Al cabo de un rato no pudo aguantarlo más y fue hacia ella, que estaba hablando con sus colegas. Se acercó por atrás y le rodeó la cintura con los brazos, como se esperaba de él. Pero aunque Camila pensará que sólo estaba actuando, no era así. Necesita abrazarla y sentirla.
-Bonito lugar para la boda, Michael- dijo Rita.
-Teniendo en cuenta que mi mujer se pasa el día vestida de romana, no podíamos celebrar la boda en otra parte- repuso el con una sonrisa- ¿Nos disculpas, Rita? Tengo que hablar con la novia- se llevo a Camila a un rincón apartado- Camz, mañana tenemos que levantarnos muy temprano. Creo que lo mejor será despedirse y marcharse ya.
-¿Tan temprano como hoy?
-No, no tanto- le acaricio la nuca- Pero ya he alternado y hablado bastante.
Ella asintió.
-La verdad es que cansa un poco estar a la altura de las expectativas y fingir que estamos enamorados.
Si ella supiera... Lo realmente agotador era intentar no enamorarse de ella.
-No nos hace falta el amor. Estamos mucho mejor sin el- lo decía para convencerse a sí mismo tanto como a ella-Nosotros disfrutamos de una sólida amistad y de un sexo genial. No hay mejor combinación que esa.
-Desde luego que no
¿Eran imaginaciones suyas o Camila parecía un poco melancólica? Las bodas ejercían aquel efecto en las mujeres, y era del todo imposible que se estuviera enamorando de él.
Y el sería un estupido si esperase otra cosa. Enamorarse seria el primer paso hacia el fracaso de su matrimonio.
Se despidieron de los invitados y se marcharon de la mano de regreso al hotel.
-Solos tu y yo- dijo el cuando entraron en el ascensor- Llevo esperando este momento todo el dia- tal vez hacer el amor con ella lo ayudará a despejarse y devolverlo a la normalidad.
-¡Michael! -exclamo ella, horrorizada- Estamos en un ascensor.
Lo que se viene jiji🥵💥🔥
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Un Brote De Esperanza (Camren Gip)
De TodoLJ Gip Michael Jauregui era el típico mujeriego al que solo le interesaban las relaciones pasajeras con mujeres despampanantes, por eso su amiga Camila se quedó de piedra cuando le propuso matrimonio. ¿Que podía ver en ella, bajita y aburrida, un ho...