Un Brote De Esperanza (Camren Gip)

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Maratón 4/?

-¿Seguro que puedes caminar con esos zapatos?

-¿Porque iba a comprarme unos zapatos con los que no pueda caminar?

-Claro-dijo el, riendo- Practica hasta el fin. Esa es mi Camz.

Se pasaron el resto de la tarde paseando por Bath. Y naturalmente empezaron por las termas romanas.

-Hace solo unas horas nos casamos aqui- susurro Michael, rodeandola con un abrazo.

Camila aun no habia asimilado la boda. A pesar del anillo que llevaba en el dedo no se sentia como una mujer casada, sino mas bien como una chica que estuviera haciendo novillos con su amigo y amante.

Michael insistio en que siguieran haciendo turismo. Estuvieron caminando dde la mano por el Circus y admirando las casas georgianas. 

-Me encantaria tener una casa como esas- se lamento Camila- Techos altos y con luz a raudales.

-Podemos tenerla, si quieres.

Camila arrugo la nariz.

-Piensa en lo que seria ir a trabajar todos los dias desde aqui.

-Tienes razon-lo penso un momento- Pero podriamos comprar un piso en un edificio georgiano de Bloomsbury. por ejemplo. Con techos altos y mucha luz.

-Y un precio por las nubes.

El le apreto la mano.

-Nos lo podemos permitir. De lo contrario, no lo habria sugerido.

-Tu quizas puedas, pero yo no.

-Camila, no empieces a crear dificultades donde no las hay. Ahora estamos casados, asi que lo que es mio es tuyo. Y tendria sentido que vivieramos en Bloomsbury. No empleariamos mucho tiempo en ir al trabajo. Y si te gusta la zona.

-Si que me gusta-admitio ella.

-Pues ya esta.

Camila miro las bonitas casas de piedra.

-¿Estas seguro?

-Completamente. Si encontramos una casa que nos guste podemos persuadir a los vendedores para que nos permitan tomar posesion de la misma cuanto antes. Asi todos salimos ganando: ellos venden y nosotros tendremos la casa que queremos.

-Lo tuyo es la persuasion, ¿verdad?

El se rio.

-¿Eso es un si?

Ella asintio.

-Lo es. Y gracias.

Michael la giro hacia el y la beso.

Volvieron al hotel y Michael miró su reloj.

-Deberiamos estar allí cuando empiecen a llegar los invitados, de modo que hay que marcharnos enseguida. ¿Tienes que arreglarte?

-Solo retocarme el maquillaje. No creo que me quede nada del pintalabios.

-He, que el beso ha sido cosas de dos- le recordó el, haciéndola reír.

-Bueno, ¿vamos a mi habitación o a la tuya?

-¿Es que no puedes meter un espejo y un pintalabios en el bolso, como hacen todas las chicas?-le reprocho el, ignorando la pregunta.

-Ya ves que no llevo el bolso conmigo. Tengo el pintalabios arriba.

-Voy a buscarlo.

-Michael, sería más rápido si...

-No-la interrumpió- No irás a la habitación hasta que te lleve en brazos.

Volvió al cabo un par de minutos , con el maquillaje y un espejo. Lo devolvió todo a la habitación después de que Camila se retocara y volvió a bajar con la levita, el chaleco y la corbata.

-¿Lista?

-Lista- respondió ella, y esa vez no se sorprendió cuando la llevo de vuelta a las termas- Debería habermelo imaginado.

-Habia que seguir con el tema de la boda hasta el final, ¿no?

Los músicos estaban interpretando un concierto en violín cuando Michael y Camila entraron. Había una mesa llena de copas y champán en cubos de hielo y otra con comida. Además había otras mesitas y sillas repartidas por donde quiera.

-Es perfecto-susurro Camila.

Sus familias fueron los primeros en llegar. Alejandro estrechó la mano de Michael y abrazó a Camila.

-El pisapapeles es precioso, cariño. Muchas gracias.

-De nada. Sírvete un poco de champán, papá.

Sus madres y Dinah estaban igualmente encantadas con sus ramos, y Mike también parecía muy complacido con su pisapapeles.

-Cada vez que lo vea en mi mesa pensaré en este día. Gracias a los dos.

-Halsey y yo no nos merecíamos un regalo- inverso Taylor- No hemos ayudado con los preparativos.

-No queríamos excluir a nadie. Además, se me ocurrió que si le comprabamos suficientes bombones dejarían de fastidiarme durante un minuto- dijo Michael con una sonrisa.

-Seras malo- Halsey lo golpeó en el brazo- Mila, espero que consigas reformarlo.

-A ella le gustó como soy... ¿verdad, Camz?

-No creo que nadie pudiera cambiar a tu hermano, Halsey- aseveró Camila.

El resto de invitados fueron llegando y felicitandolos efusivamente. Algunos excolegas de Michael habían llegado de Turquia, y otros habian recorrido todo el país para estar allí. El departamento de Camila se había presentado casi al completo, así como viejos amigos de la familia.

La lista de invitados por parte de Camila no difería mucho de la de su primera boda. La diferencia era que en aquella ocasión afrontaba el futuro con mayor realismo.

Ojalá en aquella ocasión funcionara.