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Maratón  5/?✔


A la mañana siguiente Camila se despertó sola en la cama. Las sábanas estabas frías a su lado, por lo que Michael debía de haberse levantado temprano desde hacía rato. Se puso una bata y fue al salón. Michael estaba acurrucado en el sofá, con el portátil y una taza de café. La miro h guardo el archivo en el que estaba trabajando.

-Buenos días. Pensaba despertarte en media hora.

-Es sábado. ¿Porque te has levantado tan temprano.

- Siempre me levanto temprano, y como necesitabas dormir, me vine a trabajar aquí para no molestarte- los ojos le brillaron- Además, no puedo prepararte una boda sorpresa si estas mirando continuamente lo que hago.

-¿Y si lo hago ahora que?

-He cerrado el archivo y esta protegido con una contraseña, así que no te molestes en intentar abrirlo. ¿A que hora llegan nuestras madres?

-Tengo que encontrarme con ellas en la estación- miro el reloj de la repisa- ¡Oh, Dios, no sabía que fuera tan tarde!

Fue la ducha más rápido que se había dado en su vida, y por una vez no se molestó en lavarse el pelo. Al acabar, Michael le tenía prepada una taza de café y una manzana y un plátano para el camino.

-Gracias, Lo. Y sobre lo de anoche...-trago saliva- Quería darte las gracias por ser tan compresivo.

-Ya me conoces, Camz. No estamos subidos a ningún pedestal del que podamos caer. Ahora ve y que lo pases bien buscando tu traje de novia.

Camila se encontró con sus madres y Dinah en la estación, un poco más tarde  de la hora convenida. Intento sonsacarles alguna informa de la boda, pero ninguna de ellas le reveló absolutamente nada.

-Michael pediría nuestras cabezas-dijo Clara.

-Pero te prometo que te encantara- añadió Dinah.

-Y ahora se lo mucho que te quiere Michael-corrobo Sinuhe- porque se ha tomado muchas molestias para preparar el día perfecto.

No, Michael no la quería, pensó Camila.  No de la forma que su madre creía. Pero no podia ni queria explicárselo, de modo que aparto el pensamiento de su cabeza y se concentro en la búsqueda del vestido.

-Este- dijo Sinuhe, mostrándole un vestido de seda color crema, corto y sin mangas- Es perfecto.

Camila se lo probó y las tres le dieron el visto bueno. Mientras tanto, Clara encontró los zapatos de tacón que iban a juego con el vestido.

-Lo más difícil ya esta- anuncio Dinah- ¿Un café antes de seguir?

Lo siguiente fueron los vestido para las madres. Tras visitar cuatro tiendas, Camila pidió otro descanso. Clara las miro a ella y a Dinah.

-Las conozco desde siempre y se que pueden pasar de compras todo el día sin parar. ¿Lo están haciendo por mi?

-Claro que no-mintio Camila.

-No te creo. Están haciendo pausas cada hora. Y de verdad que no es necesario. No estoy enferma.

Camila intercambió una mirada con su mejor amiga.

- Esta bien, lo admito. Estamos preocupadas por ti, Clara. No eres una inválida, pero has tenido serios problemas de salud y no queremos que te esfuerces demasiado.

-Querras estar bien para la boda, ¿no?

Clara fruncio el ceño.

-Eso es chantaje emocional.

-Pero tienen razón- intervino Sinuhe amablemente- Voto por un descanso.

-Me rindo- cedió Clara.

Pasaron el resto de la tarde comprando más zapatos y los guantes, y la última para fue para adquirir la tela blanca con la que confeccionar el velo.  Sinuhe la había convencido de que, si era de organza cristal y lo llevaba como una estola, el resultado sería precioso.

-No se lo digan a Michael- les pidió Camila- Quiero que sea una sorpresa.

-Tampoco le dejaremos ver el vestido- prometido Clara.

-Yo llevaré esto- dijo Sinuhe, agarrando las bolsas con el vestido de Camila, los zapatos y la tela- Asi Michael no verá nada hasta el gran día.

Camila se estremeció.

- Mamá, no...

-Calla-le dio un cariñoso beso en la mejilla- Es normal que tengas mariposas en el estomago.


No eran mariposas. Era una manada de elefantes bailando cancán.

-Pero Michael es el hombre ideal para ti- continuo Sinuhe- Los dos se quieren mucho, por lo que todo ira bien.

Camila no estaba tan segura, porque no era cierto que el amor fuera recíproco.

Aún así, se obligó a sonreír.

-Gracias, mamá.

Un Brote De Esperanza (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora