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Discúlpenme se me pasó este capítulo ☹

Si alguien le hubiera dicho a Camila que Michael llegaría temprano a casa del trabajo y que su lectura de cama consistiría en un montón de libros sobre el embarazo y los niños en vez de enrevesados tratados de arqueología, se habría echado a reír.

Pero así era.

Michael también insistió en ocuparse de la cocina mientras ella descansaba con los pies en alto. Pero aunque demostró ser un magnífico cocinero, a Camila la sacaba de sus casillas esta sentada sin hacer nada.

La paciencia se le acabo cuando Michael le llevó un vaso de agua y unas vitaminas especiales para mujeres embarazadas.

-Michael, vuelvas a estar abrumandome. Se que intentas ayudar, pero soy capaz de cuidar de mi misma.

-Por supuesto, pero he leído que las mujeres embarazadas no soportan los olores fuertes en las primeras semanas de gestación, así que es mejor que no te acerques a la cocina. Además estoy preparando cosas ligeras para que no te entren náuseas.

-Todavia no tengo náuseas.

Se estaba esforzando al máximo. Tal vez no expresara sus sentimientos y se empeñara en abjurar del amor. Pero por su forma de comportarse era obvio que sentía algo por ella.

Y Camila tenía que esforzarse por contener unas lágrimas que, afortunadamente, Michael no había notado. Tan solo quería que aprendiera a confiar en ella. Que se atreviera a amarla sin temor. Que le entregara su corazón sin reservas, sabiendo que ello lo amaría de igual manera.

Michael volvió a sorprenderla cuando pidió un día en el trabajo para acompañarla a ver a la matrona. Le agarro la mano durante todo el camino y también en la sala de espera, y se la sostuvo con más fuerzas aún mientras Camila le habló de sus abortos.

-Les sugeriría evitar cualquier tipo de actividad sexual durante los primeros tres meses-les dijo la mujer-Los abortos anteriores no le impiden tener un embarazo normal, Camila, pero me gustaría verla con más frecuencia. Y si tiene alguna duda o le preocupa cualquier cosa, aunque le parezca una tontería, llameme sin dudarlo. Le concertare una cita para una ecografía.  Recibirán una carta con la fecha en pocos días.

Cuando recibieron el aviso Michael comprobo su agenda y soltó un gruñido de disgusto.

-En esa fecha debería estar en Chester. Voy a tener que hablar con mis jefes para que cambien el programa.

-¿Y si no pueden?-le pregunto Camila.

-Tendran que hacerlo si quieren que siga trabajando para ellos. Porque de ninguna manera voy a perderme nuestra primera ecografía.

Camila se resistía a mirar ropita de niño o cualquier otra cosa hasta que no pasaran doce semanas, pero Michael compró un osito y lo escondió en un cajón hasta que Camila estuviera preparada.

Un Brote De Esperanza (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora