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Camila hizo una mueca.

-El matrimonio no siempre significa compromiso.

-Lo siento, cielo. No quería abrir viejas heridas.

-Lo se.

Michael no siempre se paraba a pensar. Seguramente porque lo hacia todo a gran velocidad y su cabeza estaba at iborra da de recuerdos, igual que la de Camila. Era una de las razones por las que siempre se habían llevado tan bien. Michael le tomó la mano y se la apretó.

-Sabes lo que quiero decir. Mi reputación de viajero errante me acabará perjudicando. Mi madre dice que soy como su abuelo...

-Que conoció a tu bisabuela cuando ella acompañaba a tu tatarabuelo a una excavación en Egipto y se enamoró perdidamente de ella- concluyó Camila. Conocía perfectamente la historia y siempre le había parecido muy romántica.

Micheal llevaba la arqueología en la sangre, y por eso encajaba a la perfección en el papel del Cazador. Vestido con vaqueros, camisa blanca y un sombrero Akubra, Michael Jauregui hacia suspirar a las mujeres con su pelo  largo y negro y unos penetrantes ojos verdes que contrastaban con su piel blanca.

-Me he pasado los últimos años de un lado para otro, excavando o rodando programas.

-Eso demuestra lo comprometido que estas con tu trabajo.

-No es suficiente sacudió la cabeza con frustración- El programa de la tele me hace parecer el típico aventurero rebelde y solitario que no acata órdenes de nadie.

Camila  no podía refutar aquella descripción, porque era exactamente lo que parecía Michael.

-Por eso necesito casarme. Para demostrar que puedo echar raíces.

-Me sigue pareciendo un motivo ridículo para casarse. ¿Y porque conmigo?

-Ya te lo he dicho. Porque eres sensata y responsable cariño.

-¿Quieres decir que soy una persona formal y aburrida?

-No- dijo el, riendo Simplemente te conozco desde siempre. Eres la chica de al lado.

-No somos vecinos desde que te marchaste a Oxford cuando yo tenía trece años. De eso hace diecisiete años.

-Siempre estabas en casa cuando yo volvía por vacaciones- le recordó el.

La chica de al lado. Una simple vecina. Michael nunca se había fijado en ella como mujer.

-Oye, nunca había pensado casarme. La arqueología es mi vida, igual que el museo es la tuya, y en mi vida no hay espacio para otra relación- ella arqueo una ceja - Lo siento, Camz. A veces soy un bocazas. Lo que quiero decir es que si voy a casarme quiero hacerlo con alguien que me guste. Alguien con quien tenga muchas cosas en común. Alguien en quien confíe.

Camila se sintió halagada de que la tuviera en tan alta estima, pero no la convencía del todo.

-¿Y el amor?- el se encogió te hombros.

-No creo en el amor.

Un Brote De Esperanza (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora