Maratón 3/?
Tras darle unas breves instrucciones al mayordomo, se llevó a Camila al jardín y se sentaron en una mesa bajo un árbol.
-Ahora vamos a hacer algo muy Inglés... Tomar el té en el jardín.
-Por mi estupendo- le dijo ella con una sonrisa- Ha sido perfecto- y muy distinto a su primer matrimonio. Michael lo había hecho todo muy fácil-Y el anillo es precioso.
-Me alegro de que te guste.
La expresión de Michael la escamó.
-¿ Hay algo que me estás ocultando?
El le dedicó una enigmática sonrisa.
-No importa. ¿Sabes qué estás increíble con ese vestido?
-Tu también estás muy guapo. Creía que no soportabas los trajes.
-Y así es- afirmó el- Había pensado en llevarte a un Spa esta tarde, pero no quería echar a perder un peinado y el maquillaje antes de esta noche...
-No sé si preguntarte que tienes pensado para esta noche.
El se echó a reír.
- Es una sorpresa, pero seguro que te gustará.
-¿ Será algo romano?
-Es posible-arqueo una ceja- Considerate afortunada de que los invitados nos arrojaran confeti en vez de nueces.
-Te has tomado muchas molestias Michael.
-Por ti valía la pena- repuso el.
Y por un instante Camila pensó que iba a decirle que la amaba. Pero sabía que Michael no creía en el amor, y ella tampoco. No iba a arriesgar otra vez su corazón. Michael tenía razón al afirmar que la amistad y el sexo eran una buena base para el matrimonio. Y si no podían tener hijos, el seguiría estando a su lado.
-Esto es vida- comentó Michael después de que la camarera les sirviera el té.
-Seguro que preferirías estar fotografiando ruinas y aprendiendo la historia del lugar.
-Si,bueno- admitió el- Pero difícilmente podría hacer eso hoy.
-¿ A qué hora es el banquete?
El miro su reloj.
-No tenemos que estar en el banquete hasta las siete, por lo que tenemos que salir de aquí a las diez, si no te importa caminar.
-Claro que no.
-Tendremos que bailar juntos, pero si no te gusta basta con el primer baile.
El primer baile. La sensación de estar flotando en el aire, a solas con su marido aunque estuvieran en un salón abarrotado.
- Siempre que no hayas elegido la misma canción que sonó con Shawn...
-Lo dudo. Para empezar, habrá un cuarteto de cuerda.
-¿ Un cuarteto de cuerda?
El volvió a reírse.
-Tranquila. Ya verás como te gusta.
-Creo que nunca te he visto bailar. No bailaste en la boda de Dinah, ni en la de Taylor ni en la de Halsey.
El se encogió de hombros.
-No es algo que suela hacer.
-¿No sabes bailar?
-No he dicho que no sepa. Simplemente que no lo hago. ¿Tienes miedo de que te pise y te destroce los zapatos?
-No- mintió.
Michael se levanto, la tomó de la mano y la hizo ponerse en pie.
-Vamos a practicar - la sostuvo pegada a el y empezó a entonar suavemente una balada al tiempo que se movía con ella, sincronizando perfectamente sus pasos.
-No sabía que tuvieras una voz tan bonita, Lo.
-Gracias- se echó hacia atrás e hizo una reverencia burlona- ¿Sigues temiendo que te destroce los zapatos?
-Tienes muy buen sentido del ritmo- aprecio ella con una sonrisa- Pero eso no ha sido exactamente un baile.
- No esperes que me ponga a bailar como Fred Astaire o Patrick Swayze, porque esto es lo máximo que puedo hacer. Y sólo en ocaciones muy especiales.
¿Estaba diciendo que aquel dia era especial para el? No sé atrevido a preguntarlo.
Volvieron a la mesa y Michael se puso hablar de historia. Pero era evidente que estaba inquieto.
-Quieres ir a explorar, ¿verdad, Michael?
-Estoy muy bien sentado aquí contigo, relajado.
-Mentiroso- le sonrio- Estamos a pocos pasos de las termas, y hace mucho que no voy allí.
-¿Como que no? Hemos estado allí esta mañana.
-Me refiero como turista.
-No puedo pasearme por Bath vestido así.
-¿Y si vamos a cambiarnos? Nadie tiene porque enterarse.
-Tu puedes quedarte como estas. Si te quitas la estola y los guantes parecerás una invitada a una boda que esta matando el tiempo antes de la ceremonia.
-Igual que tú.
puedo dejar al menos la levita, la corbata y el chaleco?
-De acuerdo. ¿En tu habitación o en la mía?
-Dejame tu estola y yo me ocupo.
Ella frunció el ceño.
-¿Porque no puedo ver la habitación?
-Porque quiero que la primera vez que la veas sea cuando te lleve en brazos a nuestra cama- Camila se estremeció de deseo al pensarlo-Quedate con esa idea- le dijo el, y se llevó la estola h los guantes.
Regreso a los pocos minutos en mangas de camisa.
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Un Brote De Esperanza (Camren Gip)
DiversosLJ Gip Michael Jauregui era el típico mujeriego al que solo le interesaban las relaciones pasajeras con mujeres despampanantes, por eso su amiga Camila se quedó de piedra cuando le propuso matrimonio. ¿Que podía ver en ella, bajita y aburrida, un ho...