23. Imitador.

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Copycat— Billie Eilish




Cuando llegamos a mi pequeño apartamento Eva se encontraba acostada en el sillón de la sala viendo la televisión.

Apenas nos vio se levantó y nos llenó de preguntas.

Al parecer no se dio cuenta de que la tenía vigilada. 

Mejor.

—No conseguimos mucho —mentí. Quizás lo que ese hombre dijo no fue muy relevante pero me aclaró muchas dudas, aunque no es bueno que Eva lo sepa.

Gracias al cielo Holden me siguió la mentira sin titubear.

—¿Tienen hambre? —nos preguntó yendo a la cocina.

Ambos la seguimos mientras nuestros estómagos nos delataban, Eva rió y nos sirvió unos macarrones que había preparado.

—Están deliciosos —Holden la halagó. Eva le dio las gracias y se fue corriendo a su habitación, no le tomé mucha importancia.

Mientras comía sentí un empujón en mi costado por lo que giré mi cabeza para ver qué necesitaba Holden.

»¿Por qué le mentiste?

Fue un bajo susurro lo cual agradecí.

—No quiero que ella se vea más involucrada de lo que ya está.

—¿Así que tu plan es mentirle de ahora en adelante? —preguntó, incrédulo.

Me encogí de hombros.

—Lo más que pueda —afirmé.

Holden iba a decir algo más pero en ese momento Eva entró a la cocina entusiasmada.

Su sonrisa me hipnotizó, hace mucho que no la veía sonreír de esa forma, se veía tan preciosa e inocente.

Me dio un poco de celos cuando vi que esa sonrisa iba más que todo para algo que le estaba mostrando a Holden.

Ambos parecían entretenidos por lo que decidí terminar de comer.

—Christopher —salí de mis pensamientos en cuanto escuché la voz de Eva, giré hacia ella, sus ojos azules me estaban mirando con mucha seriedad—. ¿Nosotros... vamos a irnos de este pueblo?

Fruncí el ceño.

¿Por qué me hacía esa pregunta ahora?

¿Es por Ellis?

Joder, la respuesta es obvia, hasta yo me quiero largar de aquí para que ella pueda estar tranquila por fin.

El problema era que no sabía si eso podría ser posible en un futuro cercano.

Por lo que elegí volver a mentir.

—Sí —aunque parte era verdad, porque de que nos vamos a ir, nos vamos. La cuestión es cuándo.

Eva no dijo nada pero sus ojos me miraban con escepticismo, ella sabía que estaba de alguna forma mintiendo.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora