36. Giros dramáticos.

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Bottom of the deep blue sea— MISSIO

Chris.


Todo pasó demasiado rápido para mi gusto, Eva soltó un grito y ambos retrocedimos después de que el estruendo de la ventana rota se detuvo.

Miré el cuerpo sin vida de Marlon, un agujero sangrante adornaba limpiamente su frente, chasqueé mi lengua con rabia. Mi idea principal al permitirle pasar era interrogarlo, cuando supe que era él quien estaba tocando nuestra puerta sabía que de alguna manera la persona con la que trabajaba lo tenía en su lista negra. Desde un principio sabía que más gente estaba involucrada en esto del asesino.

Después de que Marlon pronunció su última palabra, la cual fue un nombre, esas tres letras me teletransportaron al principio de todo esto cuando Justin, Eva y yo fuimos acorralados por un grupo de personas que poco después mataron a una chica. Esos chicos mencionaron esas tres letras.

Luc.

Sonreí, no tuve que pensar mucho para saber que el perpetrador de absolutamente todo lo que sucedió en el pueblo fue obra de ese tal Luc, y Marlon no era nada más que un peón que luego de haber sido descubierto ya no servía para nada.

—¿Christopher...? —Eva salió de su trance y sin esperar un segundo más me tomó del brazo alejándome de la ventana destruida por precaución. Cuando ambos estuvimos en un espacio relativamente seguro ella me miró como si no entendiera lo que acababa de suceder.

La abracé contra mi cuerpo y acaricié su cabello.

—Al parecer ya saben donde vivimos —dije, aunque ya era más que obvio.

Eva no respondió.

—¿Marlon no era el asesino, cierto?

Asentí confirmándolo.

»¿Qué haremos ahora?

Suspiré con pesadez.

—Vamos a volver al pueblo.

—¿Qué haremos con él? —señaló al cuerpo de Marlon.

Ambos nos fijamos en él, la sangre seguía filtrándose por el agujero, sus ojos estaban abiertos sin vida apuntando al techo y sus manos colgaban sin vida por los lados del sofá.

—Lo tiraremos en la carretera, quizás alguien lo encuentre —dije fríamente.

Eva me observó por unos segundos pero después asintió y se fue a nuestra habitación para organizar su maleta.

Después de haber echado todo a la cajuela del carro ambos sacamos el cuerpo de Marlon envuelto en una sabana, ya que por estos lados no había demasiada gente no teníamos que ser tan cuidadosos, de todas formas dudo que alguien quiera buscar a la persona que mató al supuesto asesino.

Su cuerpo lo colocamos en los asientos traseros, Eva y yo subimos en la parte delantera y comencé a conducir. Cuando llegamos a la carretera los dos volvimos a bajar el cuerpo y lo dejamos en medio de unos árboles cerca de la carretera.

Al ponernos en marcha otra vez el camino fue en completo silencio, no demoramos mucho en llegar, el pueblo estaba tranquilo, habían algunas personas caminando para hacer sus cosas mañaneras. En poco tiempo llegamos a nuestra casa, gracias al cielo el barrio estaba en silencio.

Ayudé a Eva a entrar las maletas, no eran muchas después de todo.

Cuando al fin nos acomodamos fuimos a la sala y nos sentamos en el sofá con una bebida fresca, Eva recostó su cabeza en mis piernas cerrando sus ojos, pasé mis manos por su cabello suavemente.

—¿Así que ahora tenemos que buscar a ese tal Luc? —preguntó en un susurro con sus ojos aún cerrados. Admiré su bonito rostro y las largas pestañas moviéndose inquietas.

—Sí —acaricié su mejilla deleitándome con lo suave y tersa que era. Se sentía muy bien tocarla de esta forma.

Evie suspiró desde lo más profundo de su pecho.

—¿Eso quiere decir que todo este tiempo Marlon solo fue un peón? —su voz sonaba cansada.

Yo también lo había pensado así, tiene sentido ya que además de causar un daño general, ese tal Luc también iba directamente detrás de nosotros, o más bien detrás de la familia Duncan. Por lo que haber utilizado a Marlon le dio gran ventaja.

—Eso creía —contesté pensativo—. Marlon en realidad sí fue un peón, pero también fue un activo principal en la cuestión de los asesinatos. Quizás en unos pocos, no estoy muy seguro.

—Qué mierda... —Eva chaqueó la lengua con irritación—, ya estoy cansada de esto, y de pensar. Sólo quiero dormir durante un año entero.

La verdad es que yo también, esto de estar corriendo de aquí para allá evitando que un hombre que no conocemos deje de atormentarnos es bastante agotador. Un día solo quiero levantarme, encontrar a Eva en el sofá viendo alguna película y pasar todo el día con ella acostados haciendo nada pero sin ninguna preocupación más que comer.

Reí unos segundos después de lo que dijo.

—Yo también quiero dormir mucho, sin ninguna preocupación.

Eva rió, y luego nos deprimimos al recordar que eso por ahora no podría ser.

—¿Dónde vamos a empezar?

No tuve que pensar mucho antes de contestar.

—Vamos a darle una visita a Carl.

Eva se incorporó con emoción contenida en sus ojos.

—¿Iremos tú y yo?

Asentí.

—Ya aprendí mi lección, este problema es de los dos, no tengo porqué meter terceros —era verdad, ya no quiero que Eva se enoje conmigo. También me asusta que le suceda algo pero no la puedo dejar en la ignorancia, ella ya no es una niña.

Eva me sonrió y luego se lanzó encima de mí para abrazarme.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora