29. Vamos al cielo.

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High— Sivik



Kala.



Estoy cagada del susto, apenas logramos salir de ese lugar, jamás imaginé que eso fuera a suceder. Mierda, no tiene sentido, pero cada vez estoy más convencida de que el maldito de Marlon es el asesino.

—Kala —Roger me llama, su vista está puesta en la carretera oscura, miro sus manos y estas están temblando sobre el volante. Meredith se encuentra dormida a mi lado, su cabeza golpeando la ventana por el movimiento del auto, en el asiento del copiloto está la novia de Roger quien no ha dicho una sola palabra y sólo se ha mantenido liberando bajos sollozos.

Me fijo en el peso sobre mi hombro, Evangelina... se supone que debo odiar a esta chica. El chico que amo está enamorado de ella, y su actitud desde el principio no ha sido lo mejor conmigo. Aún así se me hace difícil, no la odio, no me cae mal, y ahora ya no le tengo rencor. Sólo recuerdo que lo primero que pensé cuando comenzó ese tiroteo fue en ella, no somos amigas profundas, no somos nada como para que me preocupe, sin embargo no pude evitarlo.

»¿Te gusta?

Su pregunta me hace abrir los ojos intensamente, mi cabeza niega.

—¿Cómo llegaste a esa conclusión? —río.

Roger mantiene su expresión seria.

—Pues, tú eres mala para llevarte con las personas y más cuando se trata de mujeres que consideras o se ven más bonitas que tú —frunzo el ceño al escuchar lo último, maldito Roger—, pero cuando estábamos en la fiesta no le quitaste el ojo en cuanto comenzó a tomar, al comienzo de todo el alboroto fue a la primera persona que tomaste, y ahora... digamos que la mirada que le das no es normal.

—¿Ah? Deja las drogas, Roger —me burlo—. Esta chica y yo apenas nos llevamos bien, además la persona que me gusta es su hermano —aclaro.

Él levanta una ceja.

—Así que te estás ganando a su hermana, que calculadora eres —su voz lleva impregnada la burla a pesar de que su expresión sigue sin distorsionarse.

Ignoro su burla.

—No, ellos dos están juntos —digo con simpleza. Me recuesto sobre el respaldar del asiento y cierro los ojos.

—¿Me estás diciendo que esta chica y su hermano tienen una relación íntima? —hay un destello de incredulidad en su tono.

—Síp.

—Esto es raro, si había escuchado del incesto, y sé que hay varios casos así, pero nunca había visto uno con mis propios ojos.

—Aún no lo haces.

—Como sea.

El resto del camino la pasamos en silencio, eso me permitió ahondar más en mis pensamientos. ¿Qué le voy a decir a Christopher? Ya he pensado en muchos escenarios y siempre soy yo la regañada.

Eva no es mi amiga pero tampoco quiero que él le prohíba verme.

Aunque contando con la personalidad de la chica acostada en mi hombro Christopher no le prohibirá nada.

Jodido Marlon.

Me pregunto si Eva ya le dijo a Christopher.

No.

Si lo hubiera hecho él ya habría tomado cartas en el asunto.

Cuando salgo de mis divagaciones me doy cuenta que el auto está estacionado, levanto mis párpados y veo la silueta de Roger rodeando el auto para cargar a su novia, frente a nosotros se encuentra su casa.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora