20. No me hagas pedirtelo.

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High for this— The Weeknd


Chris.



Joder, joder.

Todo está mal.

Ahora nos amenaza tan campante.

Hace poco llegué a la empresa y Carl no estaba, todos parecían demasiado concentrados y podría decir que hasta expectantes. Desde lo que sucedió con Eva por aquí nadie ha intentado decirme nada.

Irina ni siquiera está en su puesto, pero eso es algo que por ahora no me importa.

—Por favor si me llegan a contactar diles que estoy ocupado —le digo a la chica que recibe las llamadas. Ella asiente pero antes de que me vaya me pregunta algo.

—¿Y si llama su hermana? —parece incómoda pero no le presto atención.

Tiene razón, Eva, se suponía que no iba a dejarla nunca más sola pero tampoco quiero que vea lo que voy a hacer. No debería guardar secretos con ella pero me es inevitable no hacerlo.

Trataré de apurarme.

—Dile lo mismo.

La chica asiente sorprendida y yo sigo con mi camino.

Cuando estoy en mi oficina me aseguro de cerrar con seguro la puerta y voy por los documentos que dejé la noche pasada.

Ese jodido asesino sabe dónde tengo a John.

Y no sé si el jodido de John ya está muerto o su asquerosa alma todavía vaga por este mundo.

Sigo buscando por todo lo que hay en este oficina sin encontrar nada cuando de repente se escucha unos gritos y seguido de ello muchos disparos.

Lo primero que llega a mi mente es Eva.

Salgo de aquí y alcanzo a esquivar una navaja por unos centímetros. Rápidamente me agacho y observo el revuelo en el que se ha convertido esta parte de la empresa.

Hombres y mujeres tratando de escapar, otros detrás de sus escritorios llorando.

«Mierda, Eva, por favor espero que estés bien»

No entiendo a qué se debe ni quién fue el maldito que lanzó eso.

Me cubro detrás de un escritorio al igual que los demás pero intento mirar por los bordes.

Dos personas con las mismas máscaras que vimos el día que salimos a investigar con Justin caminan por la estancia y disparan a la primera persona que se les atraviese sin dudarlo.

Mierda.

Miro al frente tratando de buscar algo que me sirva pero no hay nada, por lo que espero a que uno de ellos se acerque para realizar mi última estrategia.

Quitarle su arma.

Me preparo cuando uno de ellos ya está lo suficientemente cerca y el otro se encuentra distraído disparándole a unas mujeres del otro lado.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora