Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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Era de tarde, las personas a esas horas regresaban a sus casas con su familia o en general, a un lugar fijo. Menos él, no tenía a dónde ir y traía muy poco dinero, además de un arma por si pasara algo. Iba sin rumbo fijo y después de haber presenciado como todos a su alrededor se paralizaban muy poco le importaba a donde lo llevara el camino.
Ahora ya no tenía ni una duda sobre las palabras de Aome, por todas partes su nombre estaba ahí mencionándolo como el protagonista del cómic "W". Es incluso más famoso que es su propio mundo y por ahora solo quería pensar que todo se trataba de un mal sueño, solo quería volver a su vida normal.
Así fue como terminó en una gran tienda de historietas buscando respuestas, ahi fue donde encontró la colección completa de W, eran demasiados libros pero estaba dispuesto a leerlos todos sin importar cuanto le llevara. Todo estaba ahí, cada parte de su vida desde el homicidio de su familia hasta la fecha.
-Soy un personaje de ficción...- dice en susurro sentándose en el piso de la tienda tratando de asimilar todo.- solo soy eso...
~o~
Tomó el primer taxi que pasó llegando a toda velocidad hacia el hospital Henka, ya estaba de noche y llovía pero eso no le importó, no podía creer lo que le dijo la recepcionista ¿Cómo podría Inuyasha estar aquí? Incluso comenzaron a sudarle las manos de la incertidumbre mientras caminaba a la recepción pero al llegar, no había nadie.
-Señorita Higurashi...- llama la recepcionista.- el joven que estaba aquí le dejó esta nota.
-¿En verdad?- toma la carta y la abre comenzando a leerla.
Tenías razón Aome, mi mundo es solamente un cómic y yo el protagonista. Al parecer todo éste tiempo he estado buscando a un asesino sin rostro... Ya no me meteré más en tu vida y así ya no tendrás que volver a mi mundo. Supongo que éste es el adiós.
Att: Inuyasha.
La azabache abre los ojos como platos y guarda la carta en su bolsillo corrido hacia afuera del hospital ignorando los llamados por parte de sus demás colegas. Miró a todas direcciones pero ni rastro del peliplateado hasta que al mirar al frente, al otro lado de la calle, ahí estaba. Justo a lado de la parada de buses.
-¡Inuyasha!- le llama captando su atención.
-¿Aome?- dice reconociéndola en medio de tantos carros que pasaban.
Pasaron varios minutos hasta que por fin el semáforo se puso en rojo permitiendo a la azabache ir hacia él, definitivamente no podía dejarlo que se vaya solo sin un lugar a donde ir. Estaba impactada por verlo claro está y si necesita su ayuda, ella se la brindaría como él lo hizo en un principio.
-¿Cómo se te ocurre dejarme solo una nota? No tienes idea lo mucho que me preocupé pensando que ya te habías ido...- regaña cruzando los brazos.