Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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La gente en general no estaba satisfecha con el trágico final de W, muchos trataron de contactar a Onigumo o Aome pero no recibieron respuestas positivas, además el creador del cómic estaba al margen de todo, pues se encontraba de vacaciones.
Una vez unos productores de cine vinieron a visitar a la azabache para concretar algún trato, ellos querían hacer una película sobre la vida de Inuyasha sin embargo requerían que Onigumo dibujara unas escenas extraña después del final. Aome sabía que eso era imposible y se negó.
Los días siguientes ella pasó en las nubes, seguía yendo al hospital pero la concentración le faltaba. Quería encontrar una solución para ésto pero todos los intentos resultaban fallidos. Probablemente éste sea el fin.
-¡Higurashi!- llama su jefe.
-¿Si? ¿Ocurre algo señor Takewada?- pregunta saliendo de sus pensamientos.
-Te he notado algo distraída éstos días ¿Acaso el novio te dejó o qué?- interroga.
-A-Algo así... Pero no se preocupe yo estoy bien- ríe nerviosa.
El hombre le mira seriamente.
-Deberías tomarte un descanso, oh ¡Ya se! Te presentaré a alguien- propone.
-¿¡Qué?! ¿Y eso por qué...?- su jefe le interrumpe.
-¡Está decidido! La hora del almuerzo está por comenzar, vamos- se la lleva del brazo sin dejarle objetar al respecto.- es mi primo así que no debes preocuparte por nada.
-Pe-Pero...- ya no había salida.
~o~
Así fue cómo Aome terminó en un lujoso restaurante, sentada frente a su jefe y esperando al sujeto misterioso que él le presentaría. En realidad no quería ésto, no tenía cabeza para estar en estás cosas ahora pero no había de otra, el señor Takewada le observa con una mirada asesina por si trataba de escapar.
-Ahí viene- le avisa con una sonrisa.
La joven miró hacia atrás y a lo lejos vio a un hombre verdaderamente apuesto acercarse y se asombró, aunque ese asombro no duró mucho pues aquel sujeto se sentó en la mesa de a lado mientras que el hombre que iba atrás de él fue hacia ellos. Cabe resaltar que ese tipo era lo contrario del primero.
-Mucho gusto señorita, mi nombre es Mukotsu- se presenta mientras tomaba asiento frente a ella junto a su jefe.- es un placer conocerte al fin.
-Eh si, el gusto también es mí-mío- ahora si definitivamente debía huir de esa extraña cita.
Minutos después les pasaron los platos principales y Aome aprovechó ésto para regar intencionalmente un poco de salsa sobre su ropa ¡Bien! Momento de huir.
