Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
Nota: hubo un pequeño cambio, Aome ahora en lugar de tener 15 años tiene 18 ;) y sin más comensemos (^o^)/
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Capítulo 2: "La clave de mi vida"
Cerró los ojos al ver una luz violeta y cuando los abrió sintió una fría brisa, miró a todos lados sin saber en donde se encontraba. Definitivamente ya no estaba en el estudio, al contrario, estaba en la terraza de un edificio. Era de noche y no había más gente al rededor, solo ella o eso pensó.
Caminó por el sitio en busca de la salida cuando de pronto, a lo lejos, ve a alguien tirado en el piso y no se movía para nada. Corrió rápidamente en su ayuda y notó que él estaba envuelto en sagre, tenía una herida en el pecho la cual daba a entender que fue apuñalado o algo parecido.
-Hay no ¿Qué hago? ¡Oye!- lo mueve pero este no responde.- esta bien, cálmate Aome... Es hora de demostrar lo mucho que aprendí en estos tres años de estudiar medicina.
Comienza a zafar los botones de la camisa del hombre, se percató de que él tenía el cabello de color plateado lo cual le parecío inusual y mirándolo bien le pareció familiar ¿Dónde lo había visto antes? Al ver la gravedad de sus heridas supo que tendría que buscar ayuda y llevarlo al hospital cuanto antes.
-¡Señorita! ¿Qué hace éste lugar?- dice una voz masculina llegando hasta ella.
-Rápido ¡Hay que llevar una ambulancia cuanto antes!- el hombre, que al parecer trabaja en el sitio, asintió aún algo asustado por la escena que recientemente presenció sacando su celular y comenzó a marcar.
De pronto el muchacho de cabello plateado moverse tratando de respirar, la azabache le mira asustada sin saber que hacer, si estuviera en el hospital sería más fácil pero aquí no tenia los implementors necesarios. Debía hacer hacer algo o él perdería la vida y ya no había tiempo de llamar a una bendita ambulancia, era ahora o nunca.
-Présteme su esfero- y sin esperar respuesta se lo quita al mesero, dejando solo la parte transparente de éste, la cual utilizará para lo que planeaba hacer.
-¿Qué planea hacer señorita?- pregunta el hombre dudoso.
-Hay que liberar oxígeno en sus pulmones y pero eso debo hacerle una perforación- tenía que hacerlo ya que de otra forma él moriría y la ambulancia al parecer tardaría en llegar.
-Pero eso es muy peligroso ¿No sería mejor esperar a que venga un doctor?- pregunta nervioso el mesero.
-No, no hay tiempo y no voy a dejar que él muera, además yo soy doctora- sin más la azabache se preparó, respiró profundo y se lo clavó esperando que éso resultara. De inmediato el sujeto de cabello plateado se incorpora abriendo los ojos sujetando su muñeca, sus miradas se conectaron por unos segundos hasta que él volvió a caer inconsciente pero ahora la diferencia era que respiraba.
