Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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Onigumo suelta una carcajada.
-En verdad, nunca dejas de sorprenderme Inuyasha- le mira divertido mientras tomaba asiento en su silla.- de una u otra manera sabía que ésto podría pasar.
Sin que Inuyasha se de cuenta marca un número en específico, para después dejar a un lado el teléfono sobre el escritorio.
-Nos encontramos cara a cara otra vez ¿Acaso creíste que podrías hacer lo que se te venga en gana con mi vida?- frunce el ceño.- habla de una buena vez ¿El asesino sólo fue parte del relleno de la trama?
-Así es, todo el tiempo estuviste buscando a un sujeto sin rostro que ni siquiera existe. Todo ésto que está pasando es por tu maldita culpa, arrastraste a mi hija junto conmigo al cómic ¿Cómo podría dejarte vivir después del peligro que corre Aome contigo?- le mira con odio en sus ojos.
-Justamente es por ella que en éste momento no tienes una bala en la cabeza- baja el arma- dime ¿Con que objetivo me creaste?
-¿En verdad quieres saberlo?- sonríe- bueno, mi esposa me dejó hace ya diez años, quería recuperarla y con W estaba seguro de que ganaría fama y fortuna, así ella volvería. Cabe resaltar que eso no pasó pero ¿Sabes? Pude terminar mucho antes con tu vida de lo que imaginas...- hace una pausa- ¿Recuerdas la parte donde estuviste a punto de saltar por el puente? En ese momento yo pensaba acabar con tu historia pero sentí lástima por ti y continúe dibujando.
-Debes estar demasiado enfadado con el mundo para tomar represarias contra mi ¿No?- alza la ceja.
-¡Tú no sabes nada! Eres un simple error que salió de mi cabeza y por eso decidí darte un destino terrible. Mantendré a Aome a salvo de ti cueste lo que cueste.
Su plan estaba más que claro, Onigumo quería que su hija viera ese otro lado Inuyasha, las provocaciones eran el camino más fácil. Debía alejar a Aome de ésto y que abriera los ojos, que comprendiera que terminar definitivamente con W sea un final feliz o no, es la mejor opción. Pero sobretodo, que Inuyasha es peligroso.
-Como quisiera dispararte en este mismo instante- pero no podía, ahora resulta que Aome es la hija de su creador. En verdad estaba furioso, confundido y frustrado pero debía controlarse o algo malo saldría de todo ésto.
-Anda, dispárame. Se que eso es lo que quieres- sonríe con malicia.
~o~
Las prácticas comenzarán en unos minutos, la azabache se preparaba para eso mismo junto a sus demás colegas y se sentía algo nerviosa. En eso su teléfono suena y se sorprendió al ver que se trataba de su padre. Sonríe más animada y salió a contestar.
-Papá, que bueno que me llamaste, hay algo que debemos discutir...- pero nadie le contestó, se podían escuchar unas voces de fondo y decidió subir el volumen, por un momento pensó en colgar pero al reconocer la voz de Inuyasha se paraliza- no puede ser.