Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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Kagome se sonroja fuertemente e Inuyasha ríe levemente, mirándole divertido y para su sorpresa, al final se volteó tomando asiento en la cama a su lado. Por un momento que... Bueno, ustedes saben.
-Anda, recuéstate- indica y ella se pone aun más roja ¿Qué no fue suficiente el susto de hace un rato?
Sin darle tiempo a responder el protagonista le sujeta de la muñeca para acercarla a su lado y al final la chica recostó su cabeza en el pecho de su esposo.
-Así es como debemos leer- abre el libro nuevamente- página veinticuatro, aquí está. Es justamente ésta actividad.
-¿Entonces memorizaste todas las páginas?- le preguntó asombrada.
-Digamos que decidí estudiar muy duro, mira, podemos ir de compras también- señala otro de los dibujos que se muestran en aquel libro.- ¿A las mujeres les gusta salir a comprar toda la despensa?
-A la mayoría- ríe de forma leve, en eso se percató de que Inuyasha usa también el anillo de bodas y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa de felicidad.- ¿Solo estudias para pagarme con romance por salvarte? Porque pareces estar disfrutando ésto más que yo.
-¡Ket! N-No, claro que no...- susurra en voz baja, esbozando una sonrisa mientras se acerca lentamente a su rostro. Pero segundos antes de que juntaran sus labios, escuchan a alguien entrar y ambos se separan de golpe, evidentemente sonrojados.- ¿Nadie te enseñó a tocar?
-Lo siento, no me acostumbro a que esté casado señor- responde el guardaespaldas dado la vuelta, sabiendo que había llegado en el momento menos indicado.
-¿Qué sucede?- interroga el peliplateado.
-El señor Miroku lo espera en la sotea, dice que es un asunto de vital importancia- informa el hombre para después salir de la habitación.
-¿Te vas?- pregunta la azabache y él asiente.
-No tardo, espérame aquí- se levanta caminado hacia la puerta- ¿Y sabes? Creo que prefiero más el concepto para adultos.- esboza una coqueta sonrisa antes de irse, dejado a una Kagome a punto de desmayarse.
-Ay, mi corazón va a estallar- dice para si misma, tratando de recuperar la compustura.
~o~
Ya en el elevador, su teléfono comenzó a vibrar de repente y se trataba de un número desconocido el cual lo llamaba. Casi nunca le pasaba ésto y extrañamente sintió como si alguien lo estuviera observando, un mal presentimiento se apoderó de él en el momento que contestó.
