Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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El mundo ficticio volvió a la normalidad con el regreso del protagonista, por lo que el asesino ya pudo volver a moverse con normalidad y fue tomado por sorpresa al ver ingresar a su escondite, supuestamente secreto, a su más odiado rival.
Inuyasha no perdió el tiempo y rápidamente le dio una fuerte patada en el estómago a su oponente, empujándolo contra el filo de una mesa y finalmente le apuntó con la pistola que trajo consigo. Naraku, dispuesto a dar una reñida batalla, tomó una botella de vidrio que encontró cerca y se la aventó, aprovechando esa distracción, el antagonista le propició un golpe en la cara, obligándolo a soltar el arma.
Pero el enfrentamiento no terminó ahí, entre golpes y contraataques, el de ojos dorados recibió un buen golpe en abdomen y terminó contra la pared, iba a recibir otro puñete pero agilmente pudo esquivarlo, por lo que el ataque de el de ojos rojos, fue contra el vidrio de la ventana más cercana.
El pelinegro quizo tomar su rifle, pero obvio que no pudo lograr su cometido, puesto que fue sujetado del cuello y sin previo aviso su cabeza fue es tallada contra el mueble de madera más cercano, dejándole un hilo de sangre bajando desde su frente.
El peliplateado pensó que por fin lo había dejado inconsciente, pero se esquivó, su contrincante se levantó y le pegó en la cara otra vez, con la diferencia de que sus ataques eran un tanto torpes y descoordinados ahora, por lo aturdido que estaba. Por supuesto que el ojidorado aprovechó ésto y con todas sus fuerzas aventó al villano contra el duro piso.
El asesino ya no tenía las misma habilidades de antes ¿Por qué? Ya no es un fantasma sin apariencia física, no, ahora es un humano común tras haberle brindado una identidad como tal, ese sujeto es casi indefenso sin la tableta o un arma. La ventaja la tenía Inuyasha.
Naraku trató, a pesar de todo, volver a pararse, pero recibió el golpe final en la cara, perdiendo el conocimiento definitivamente y fue tomado de la ropas, depositándolo con brusquedad sobre el sofá, para así atarlo de brazos y piernas. La parte más complicada había terminado, ahora sólo faltaba llamar a la policía para que se lo llevaran y a partir de eso, todo comenzaría a arreglarse.
-Buenas noches ¿En qué puedo ayudarle?
-Tengo al responsable del crimen más reciente.
-¿A qué crimen se refiere?
-Atrapé al asesino responsable del tiroteo en el canal W, vengan y llévenselo.
-Si, un momento.
-La dirección es departamento Sungae, habitación número quince. Aquí en Tokyo.
-Enviaré a los oficiales de inmediato, y una cosa más ¿Podría identificarse para corroborar la información?
-Soy un ciudadano- sin más que decir, le colgó y se arrodillo frente a su enemigo, mirándole divertido.- ¿Quién crees que morirá primero, Naraku? Creo que vas a ser tú, atrapé al asesino y me va a tomar más tiempo desaparecer, porque completé mi deber como héroe.
