Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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Llegó rápidamente al lugar especificado en el webtoon, tenía mucha prisa y los trabajadores del supermercado le brindaron la ayuda que requería, la preocupación lo estaba matando, ésta situación era muy grave.
-Dígame ¿A qué hora lo encontraron?- interroga Akitoki.
-Hace veinte minutos más o menos- respondió, echándole un vistazo a su reloj de bolsillo.
-¿Veinte? Ya veo- suspira ¿Cómo iba a encontrarlo? No tenía idea de lo que debía hacer, en ese mismo instante, su teléfono comenzó a sonar y al ver el número su corazón dio un brinco.- ¡Ah, Ka-Kagome! ¿¡Eres tú?!
-Si, soy yo, me da gusto escucharte. Estoy en un hotel, regresé una vez que el capítulo terminó.
-¿¡Entonces estás bien?! ¿Puedes hablar? ¿Puedes moverte con normalidad?
-Estoy perfecta, descuida.
-¡Oh, fantástico! Estoy tan feliz.
-¿Y papá? ¿Dónde está? Intenté llamarlo pero no contesta el celular.
-Ah, tal vez esté yendo para el hotel, estaba esperando con ansiedad que saliera el nuevo número de W. Si ya lo leyó, seguro está en camino, pero yo estoy buscando a Inuyasha.
-¿En dónde? ¿Qué pasó?
-Estoy en el lugar donde lo torturaron.
-¿Qué lo torturaron? ¿¡Por qué?!
-Lo encontraron inconsciente aquí y lo llevaron afuera una vez que despertó, planeaban llamar a una ambulancia pero cuando regresaron él había desaparecido. Asumo que volvió al cómic.
-¿Está mal herido? Bien, voy a ponerme al tanto de todo e iré a buscarlo.
-Pero ten mucho cuidado.
-Si, nos vemos.
Kagome colgó, aún habían cosas que no le habían quedado claras y la mejor forma para salir de dudas, es revisando los últimos capítulos que se subieron a la web desde de que Naraku le disparó. La encargada del hotel, regresó y se acercó a ella.
-Gracias por el teléfono ¿Podría usar su internet un momento?- pide Kagome y la otra mujer accedió, le prestó su computadora y así leyó a gran velocidad lo último de W, todo había dado un giro inesperado. No pudo evitar soltar un par de lágrimas, tenía que ver a Inuyasha lo más pronto posible.
