Él es un personaje de ficción.
Ella es real.
Ahora tras varios sucesos inexplicables ambos estarán destinados a vivir una épica aventura dentro de un cómic, en busca de un asesino sin rostro y las respuestas sobre el porqué de la conexión de sus mu...
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Aome tocó nuevamente la puerta pero nadie abrió y no tuvo de otra más que entrar por su propia cuenta a la habitación que le habían asignado a Inuyasha. Ya adentró lo buscó con la mirada pero él no estaba por ningún lado, para el momento que pensó en irse escuchó la puerta abrirse. La azabache se giró sabiendo que se trataba del peliplateado, pero su rostro inmediatamente se pintó de rojo al verlo ingresar con solo una toalla cubriéndolo de la cadera para abajo. Al parecer fue a darse una ducha.
-Etto yo... ¡Lo siento, n-no quería...!- trata de explicar la azabache tapándose los ojos.
-Oye...- se acerca a ella mirándole fijamente, a lo que la joven se sonroja más- ¿Por qué te sangra la nariz?
Si, definitivamente no podía estar en una situación más vergonzosa que ésta ¡Diablos, su nariz sangraba!
-So-Solo vine a decirte que l-la comida ya está lista... - le hace saber esquivando su mirada- bueno ¡Ya me voy!
Sin más se fue a toda velocidad sin esperar respuesta.
<<¿Qué le ocurre? Está más extraña de lo normal...>> piensa el oji-dorado viéndole irse.
~o~
Todos desayuron en el comedor y minutos después la familia de Aome se fue a su respectivas actividades fuera de casa, lo cual también debe hacer la azabache hoy. Inuyasha por ahora se encontraba investigando un par de cosas en la computadora de la biblioteca. Si, lo había hallado.
Onigumo Higurashi.
Él es el creador de "W" y por ende su creador, todas las respuestas que necesitaba las tenía ese hombre, ahora sabía cual sería su próxima jugada. Debía encontrarlo a como de lugar.
-¡Nos vemos Inuyasha, iré al hospital!- avisa Aome desde la puerta de entrada sacándole de sus pensamientos.
-Bien, yo también tengo que ir a un sitio cerca de ahí. Te acompaño- toma su chaqueta y una sospechosa maleta de color negro saliendo junto a la azabache.
-De acuerdo ¿Tú a dónde vas?- pregunta curiosa.
-¿Siempre haces tantas preguntas?- cuestiona caminando a su lado.
-Aún no me has dicho a donde irás...- insiste.
-¡Ket! Yo...- no termina de hablar puesto que un fuerte trueno se hace presente y una gran llovizna también seguida de eso.- maldición, justo lo que faltaba.
Aome le mira divertida, sacando inmediatamente un paraguas de su maleta amarilla para así cubrirlos a ambos de la fuerte precipitación.
-Siempre estoy preparada para todo- ríe levemente y el peliplateado se sonroja sin saber la razón, bueno, lo más probable es que sea por el frío ¿No? ¿Qué otra razón podría haber?
