Prólogo

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"El hermano lobo se viene conmigo, prometió no repetir su ataque sangriento. Vosotros en cambio daréis su alimento a la pobre bestia de dios."

—San Francisco de Asís.

A través de los años se ha contado todo tipo de historias sobre fantásticas y aterradoras criaturas en todas las religiones y culturas. Monstruos que habitan debajo de las camas o en los armarios, poderosas y feroces criaturas mitad humanos y mitad animal, seres diabólicos que salen de noche a beber sangre humana, duendes, gnomos o elfos que habitan en los bosques, dragones que sobrevuelan los cielos, sirenas vistas en las playas, hadas madrinas que conceden deseos. 

En el principio toda la humanidad creía en estos seres. Sin embargo con el comienzo de la era victoriana, una época de renacimiento, descubrimientos y nuevas tecnologías, pronto los monstruos y criaturas fantásticas se convertirían en mitos, leyendas y cuentos; seres inventados por el gran poder de la imaginación humana. Ahora muchos solo creen en lo que ven, o en lo que tiene una explicación al alcance de su comprensión. Pero si algo ha de enseñarnos la historia, es que siempre en los mitos y leyendas, e incluso en los cuentos o historias que leemos en los libros, puede haber una pizca de realidad. Y así es. 

Olvida todo lo que sabes; los monstruos existen.

Debido al caos que desata la humanidad, todas estas criaturas decidieron ocultarse para vivir en paz: en una sociedad oculta a simple vista de la muy temerosa, ignorante y caótica sociedad humana. Pero por muy ocultos que estén, hubo humanos que han descubierto esta misteriosa sociedad secreta. No obstante, decidieron mantener su existencia en secreto; para mantenerlos a salvo. Sin embargo se han inspirado en estas criaturas, para hacer todo tipo de historias, cuentos, libros y leyendas que a su vez inspiraron otras. 

Y esta leyenda en particular es una que, aunque la humanidad nunca llegué a conocerla, seguirá siendo contada a través de los años en la Sociedad Sobrenatural. No es una leyenda de humanos contra bestias. No es una leyenda de vampiros contra monstruos. Es una leyenda de bestias contra verdaderos monstruos: bestias contra crueles humanos, monstruos y criaturas de la noche. 

Una leyenda acerca de las criaturas más fuertes de la tierra: los depredadores de la humanidad. Una ancestral raza guerrera, dividida en diferentes especies y tribus regionales, mencionada en diferentes culturas bajo un mismo término, y creada por dioses de diferentes Panteones para ser los guardianes del Mundo Mortal. 

Una raza de poderosas bestias, encarnadores de la evolución y la cadena alimenticia, con Reyes que representan cada una de sus especies de cada Territorio Mortal: el Rey Mono Sun Wukong, el Rey Elefante Ganesha, el Rey León Narasimha, el Rey Jaguar Tepeyóllotl, la Reina Oso Artio, la Reina Lobo Dziewanna, y otros muchos más.

Pero entre los Reyes Bestias, solo uno se alza por encima de todos ellos y los mismos dioses, como el verdadero y único Dios de las Bestias; esta es la leyenda de él, y su lucha contra el más grande mal que ha engendrado la raza humana. 

Es una leyenda sobre la eterna guerra, entre el Verdadero Rey de la Selva y el Príncipe de las Tinieblas; entre el Dios de las Bestias y el Rey de los Vampiros. 

Esta es la leyenda de un antiguo y majestuoso depredador de dioses y demonios, que a través de los siglos ha estado reencarnando para cazar al mayor de los males del Mundo Mortal; la leyenda de su reencarnación y su clan, un grupo de hombres-bestia unidos por el destino, para cazar el mal en sus distintas formas con justicia cruel: con su propia justicia. 

Esta es una leyenda sobre las Bestias de los Dioses.

Las Bestias de Dios I: el Despertar de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora