✰ 𝕊𝕀ℕ𝕆ℙ𝕊𝕀𝕊:
Park Jimin, un chico de diecisiete años, ha pasado lo que lleva de vida, en su casa. Por extraño que le parezca ha aceptado las condiciones de su madre de recibir educación en casa y de no poseer artefactos tecnológicos como una te...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬✰▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Lunes, 03 de octubre de 2014; Las 12:05
Ha pasado casi un mes desde que Jeon y yo decidimos ser pareja. En todo este tiempo ninguna idiosincrasia suya me ha sacado de quicio. En cualquier caso, algunas de sus pequeñas costumbres han hecho que lo adore incluso más. Por ejemplo, el modo en que se queda mirándome, como si me estudiara, la manera en que levanta la barbilla cuando se enfada y la forma en que se chupa los labios cada vez que se ríe. De hecho, es bastante atractivo. Por no hablar de sus dientecitos.
Afortunadamente, he tenido al mismo Jeon desde la noche en que se coló por la ventana y se metió en mi cama. Desde aquel día, no he visto ningún atisbo del Jeon malhumorado y temperamental. De algún modo, cuanto más tiempo pasamos juntos, más conectados estamos, y me da la sensación de que ahora puedo leerle la mente, igual que él a mí.
EunJi ha estado en casa todos los fines de semana, por lo que Jeon y yo no hemos pasado mucho tiempo a solas. Solemos estar juntos en el instituto y en las citas que tenemos los fines de semana. Por alguna razón, a él no le parece bien colarse en mi habitación cuando mi madre está en casa, y siempre pone alguna excusa cuando le propongo ir a la suya. De modo que hemos visto muchísimas películas, y también hemos salido un par de veces con Yoongi y su nuevo novio, Namjoon. Jungkook y yo nos lo pasamos muy bien juntos, pero no todo lo bien que querríamos. Ambos estamos empezando a perder la paciencia por la falta de un lugar decente en el que liarnos. Su coche es bastante pequeño, pero nos las arreglamos. Creo que los dos contamos las horas que faltan para que llegue el próximo fin de semana en que EunJi tenga que marcharse a trabajar.
Me siento a la mesa con Yoongi y Namjoon, esperando que Jeon traiga nuestras bandejas. Namjoon y Yoongi se conocieron en una galería de arte hace dos semanas, y ni siquiera se habían dado cuenta de que estudiaban en el mismo instituto. Me alegro por Yoongi, porque había empezado a sospechar que se sentía como un sujetavelas, cuando no lo era en absoluto. Me encanta estar con él, pero verlo totalmente centrado en su propia relación ha facilitado mucho las cosas.
—¿Jeon y tú tienen algo que hacer este sábado? —me pregunta Namjoon cuando tomo asiento.
—No lo creo. ¿Por qué?
—En una galería de arte del centro han organizado una exposición con obras de artistas locales, y van a mostrar uno de mis trabajos. Me gustaría que vinieran.
—Suena muy bien —dice Jeon, sentándose a mi lado—. ¿Qué trabajo has elegido?
—Todavía no lo he decidido. Estoy debatiéndome entre dos —responde Namjoon, encogiéndose de hombros.