Lunes, 15 de septiembre de 2014; Las 07:20.
No la suelo sacar muy a menudo, pero hoy, por alguna razón, me apetece mirarla. Supongo que haber hablado con Jeon sobre el pasado me ha puesto un poco nostálgico. Le dije que nunca había buscado a mi padre, pero hay días en los que siento cierta curiosidad. No puedo evitar preguntarme cómo puede un padre criar a su hijo durante algunos años y después abandonarlo. Nunca lo entenderé, y quizá tampoco tenga que hacerlo. Ese es el motivo por el que no indago. No le hago preguntas a EunJi. No intento diferenciar los recuerdos de los sueños, y no me gusta hablar del tema... porque no tengo la necesidad de hacerlo.
Saco la pulsera de la caja y me la pongo en la muñeca. No sé quién me la dio, pero tampoco me importa demasiado. Seguramente, al haber pasado dos años en una casa de acogida, recibí muchos regalos de amigos. De todos modos, este es especial porque está relacionado con el único recuerdo que tengo de aquella vida. La pulsera confirma que mi recuerdo es real y eso, a su vez, confirma que fui otra persona antes de ser yo. Fui un niño que no recuerdo, un niño que lloraba mucho, un niño que no tiene nada que ver con el chico que soy ahora.
Algún día tendré que tirar la pulsera, pero hoy tengo ganas de ponérmela. Ayer Jeon y yo decidimos que nos tomaríamos un respiro el uno del otro. Y digo un respiro porque, después de lo que sucedió el sábado por la noche, estuvimos un buen rato tumbados en la cama sin aliento. Por otra parte, EunJi regresaba a casa, y lo último que quería era volver a presentarle a mi... lo que sea. Todavía no hemos llegado a ponerle nombre a lo que tenemos. Me da la sensación de que no conozco a Jeon lo suficiente para referirme a él como mi novio. Además, aún no nos hemos besado. Pero me cabrea pensar en sus labios tocando los de otro chico. De modo que, estemos saliendo juntos o no, no quiero que quedemos con otras personas. Pero ¿puedo exigirle eso sin habernos besado antes? ¿Son mutuamente excluyentes no quedar con otras personas y estar saliendo juntos?
Me hago gracia a mí mismo. O, :-D.
Ayer por la mañana, al despertar, tenía dos mensajes nuevos en el teléfono móvil. Estoy aficionándome a esto de enviar y recibir mensajes de texto. Me vuelvo loco cuando me llega alguno, y no puedo ni imaginarme lo adictivo que debe de ser el correo electrónico, Facebook y todo lo relacionado con la tecnología. Uno de los mensajes era de Taehyung. Elogiaba mis impecables dotes de repostero y me daba la orden estricta de llamarlo el domingo por la noche desde el teléfono de su casa.
Y lo hice. Estuvimos poniéndonos al día toda una hora, y él se sorprendió tanto como yo de que Jeon no sea el chico que sospechábamos que era. Le pregunté sobre Lorenzo, pero Taehyung no sabía ni a quién me refería, de modo que me eché a reír y cambiamos de tema. Lo extraño y me da mucha pena que no esté aquí, pero está pasándoselo en grande y me alegro por él. El segundo mensaje era de Jeon. Esto era todo lo que decía:
«No quiero ni pensar que el lunes voy a tener que volver a verte en el instituto. Qué horror».
Salir a correr solía ser el mejor momento del día, pero ahora prefiero recibir mensajes ofensivos de Jeon. Y hablando sobre correr y Jeon, no vamos a seguir haciéndolo juntos a diario. Ayer estuvimos escribiéndonos y pensamos que podría ser demasiado y demasiado pronto, por lo que cada uno hará ejercicio por su lado. Le dije que no quiero que nuestra relación se enrarezca. Además, me cohíbe que me vea sudado, lleno de mocos, resollando y maloliente.
En estos momentos tengo la mirada perdida en mi casillero, y me entretengo porque no me apetece entrar en el aula. Es la primera clase y la única en la que coincido con Jeon, así que estoy muy nervioso. Saco de la mochila el libro que me dejó Yoongi y otras dos novelas que le he traído, y después guardo el resto de mis cosas. Entro en el aula y me dirijo a mi pupitre, pero ni Yoongi ni Jeon han llegado aún. Me siento y me quedo mirando la puerta, sin estar seguro de por qué estoy tan inquieto. No es lo mismo ver a Jeon aquí que en mi propia casa.
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𝔸𝕃 ℂℝ𝕌ℤ𝔸ℝ 𝕃𝔸 ℙ𝕌𝔼ℝ𝕋𝔸 ❦ 𝕂𝕆𝕆𝕂𝕄𝕀ℕ
Novela Juvenil✰ 𝕊𝕀ℕ𝕆ℙ𝕊𝕀𝕊: Park Jimin, un chico de diecisiete años, ha pasado lo que lleva de vida, en su casa. Por extraño que le parezca ha aceptado las condiciones de su madre de recibir educación en casa y de no poseer artefactos tecnológicos como una te...