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Sábado, 08 de noviembre  de 2014; Las 20:20.


Abrazo a Yoongi y a Namjoon en el aparcamiento de la galería. La exposición ya ha terminado, y Jeon y yo nos vamos a su casa. Sé que tendría que estar nervioso por lo que pueda pasar entre nosotros esta noche, pero me siento muy tranquilo. Nuestra relación va muy bien. Bueno, excepto esa frase que no deja de repetirse en mi mente.

"Te quiero, Minnie"

Deseo preguntarle sobre ello, pero no encuentro el momento adecuado. La galería tampoco era el lugar idóneo. Ahora parece una buena ocasión, pero cada vez que abro la boca para preguntárselo, vuelvo a cerrarla. Creo que me asusta más saber quién es esa persona y qué significa para Jeon, que reunir el valor para sacar el tema. Cuanto más tarde en lanzar la pregunta, más tiempo me quedará antes de enterarme de la verdad.

—¿Quieres que compremos algo para cenar? —me pregunta él mientras nos dirigimos hacia la salida del aparcamiento.

—Si  —respondo rápidamente, agradecido de que interrumpa mis pensamientos.— Una hamburguesa grande con extra queso, papa fritas grandes y soda grande.

Jeon se echa a reír y me coge de la mano.

—Eres un poquito mandón, ¿eh, bebé?

Suelto su mano y me vuelvo hacia él.

—No me llames así —le contesto con brusquedad.

Me mira y, aunque estemos a oscuras, ve que estoy enfadado.

—Oye —dice con dulzura, y vuelve a cogerme de la mano—. No pienso que seas mandón, Jimin. Estaba bromeando.

Niego con la cabeza.

—Quiero decir que no me llames bebé. Odio esa palabra —le explico.

Me mira de reojo y vuelve a fijar la vista en la carretera.

—De acuerdo.

Me vuelvo hacia la ventanilla, intentando borrar esa palabra de mi cabeza. No sé por qué detesto tanto los apodos, pero es algo que no puedo evitar. Mi reacción ha estado fuera de lugar, pero no quiero que me llame así. Tampoco debería referirse a mí con el nombre de algunos de sus ex novios. Tendría que llamarme siempre Jimin, es mucho más seguro.

Ambos estamos callados, y me arrepiento cada vez más de mi reacción. En todo caso tendría que estar triste porque me ha llamado por el nombre de otra chico, y no porque me haya llamado <bebé>. Me da la sensación de que busco cualquier excusa para enfadarme porque me asusta demasiado hablar de lo que realmente me importa. A decir verdad, no quiero ningún drama esta noche. Otro día ya tendré tiempo de preguntarle quién es Minnie.

—Lo siento, Jeon —me disculpo.

Él me aprieta la mano y la pone sobre su regazo, pero no dice nada. Llegamos a la entrada de su casa y me bajo del coche. No nos hemos parado a comprar comida, pero tampoco tengo ganas de recordárselo. Jeon  se acerca a la puerta del copiloto, me envuelve con sus brazos y yo le devuelvo el abrazo.

Me apoya en el coche, pone mi cabeza en su hombro y respiro su perfume. Todavía persiste la incomodidad del trayecto, de modo que intento relajarme para hacerle saber que no estoy pensando en ello. Él me acaricia los brazos y se me pone la carne de gallina.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dice él.

—Claro que sí.

Jeon  suspira, se aparta y me mira.

𝔸𝕃 ℂℝ𝕌ℤ𝔸ℝ 𝕃𝔸 ℙ𝕌𝔼ℝ𝕋𝔸 ❦ 𝕂𝕆𝕆𝕂𝕄𝕀ℕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora