Lunes, 10 de noviembre de 2014; Las 23:35.
Jeon no está a mi lado cuando me doy la vuelta y lo busco en la cama. Me incorporo y veo que ya es de noche, así que enciendo la lámpara. Sus zapatillas no están donde las ha dejado, de modo que me visto y salgo en su busca. Cruzo el patio y veo que Jeon no está sentado en las cabañas. Justo cuando estoy a punto de darme la vuelta para regresar a la habitación, me lo encuentro tumbado junto a la piscina, con las manos detrás de la cabeza, admirando las estrellas. Parece que está muy tranquilo, así que decido ir a una de las cabañas y no molestarlo.
Me acurruco en el asiento, meto los brazos dentro del jersey y echo la cabeza hacia atrás. Hay luna llena, y Jeon está iluminado con una luz tenue que le da una apariencia casi angelical. Tiene la mirada perdida en el cielo y un gesto de serenidad, y doy las gracias porque ha conseguido encontrar la paz en un día como el de hoy. Sé lo mucho que significaba Hoseok para él, y también sé por todo lo que ha tenido que pasar hoy. Sé exactamente qué está sintiendo, porque ahora compartimos el dolor. Ambos sentimos lo mismo. Eso es lo que sucede cuando dos personas se convierten en una sola: ya no solo comparten el amor, sino también el dolor, la pena, el pesar y la tristeza.
A pesar de lo desastrosa que es mi vida en estos momentos, después de estar con Jeon me envuelve una agradable sensación de consuelo. Pase lo que pase, estoy seguro de que él me acompañará en todo momento y que quizá habrá veces en las que me llevará. Me ha demostrado que, mientras él sea parte de mi vida, nunca volveré a sentirme completamente desesperanzado.
—Ven aquí y túmbate a mi lado —me dice sin apartar la vista del cielo.
Sonrío, me pongo en pie y voy hacia él. Al tumbarme en el frío hormigón, acurrucado contra su pecho, él se quita la chaqueta y me arropa con ella. Me acaricia la cabeza mientras admiramos en silencio el cielo y las estrellas.
En ese momento me viene un recuerdo a la memoria, y cierro los ojos para no olvidarlo. Parece un recuerdo bonito, y quiero recuperar todos los que pueda. Abrazo a Jeon más fuerte y me dejo llevar.
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𝔸𝕃 ℂℝ𝕌ℤ𝔸ℝ 𝕃𝔸 ℙ𝕌𝔼ℝ𝕋𝔸 ❦ 𝕂𝕆𝕆𝕂𝕄𝕀ℕ
Подростковая литература✰ 𝕊𝕀ℕ𝕆ℙ𝕊𝕀𝕊: Park Jimin, un chico de diecisiete años, ha pasado lo que lleva de vida, en su casa. Por extraño que le parezca ha aceptado las condiciones de su madre de recibir educación en casa y de no poseer artefactos tecnológicos como una te...
