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Martes, 11 de noviembre de 2014; Las 09:05.

Brilla el sol y su luz traspasa la manta con la que me he tapado los ojos. Pero lo que me ha despertado no ha sido eso, sino la voz de Jeon.

—Mira, no tienes ni idea de lo que él ha tenido que pasar durante estos últimos dos días —dice él.

Está tratando de hablar en voz baja, para no despertarme o para que no escuche la conversación. No consigo oír la respuesta, por lo que debe de estar al teléfono. Pero ¿quién demonios está al otro lado de la línea?

—Entiendo que la defiendas. Créeme, te entiendo. Pero ambos deben saber que no va a entrar solo en esa casa —prosigue él.

Tras una larga pausa, Jeon lanza un gran suspiro.

—Primero tiene que comer algo, así que tardaremos un poco. Sí, lo prometo. Voy a despertarlo en cuanto cuelgue. Saldremos dentro de una hora.

Jeon deja el teléfono sobre la mesa, sin despedirse. De inmediato, la cama se hunde y me rodea con un brazo.

—Despierta —me dice al oído. Me quedo quieto.

—Estoy despierto —le respondo desde debajo de la manta, y siento su cabeza sobre mi hombro.

—¿Has escuchado la conversación? —me pregunta entre susurros.

—¿Con quién hablabas?  —se revuelve en la cama y me destapa la cabeza.

—Con JongSuk. Me ha dicho que EunJi se lo confesó todo anoche. Está preocupado y quiere que hables con ella.

En ese momento se me para el corazón.

—¿Lo ha confesado? —pregunto con recelo, y me incorporo. Jeon asiente y me responde:

—No hemos entrado en detalles pero, por lo visto, JongSuk sabe qué está pasando. Yo le he contado lo de tu padre... porque EunJi quería saber si lo habías visto. Esta mañana, al despertarme, estaban hablando sobre ello en las noticias. Han llegado a la conclusión de que fue un suicidio porque él mismo llamó a la policía. Ni siquiera van a abrir una investigación. —Me agarra de la mano y me acaricia con el dedo pulgar—. Jimin, JongSuk insistía mucho en que volvieses. Creo que tiene razón, tenemos que ir a casa y acabar con todo esto. No estarás solo. JongSuk y yo estaremos allí. Y por lo que me ha parecido, EunJi está dispuesta a cooperar. Sé que es muy duro para ti, pero no tenemos otra alternativa.

Jeon me habla como si tuviera que convencerme, pero la verdad es que estoy preparado. Quiero ver a EunJi cara a cara para que responda a mis últimas preguntas. Me destapo, me levanto de la cama y me desperezo.

—Primero voy a limpiarme los dientes y a vestirme. Luego podemos marcharnos.

Me dirijo al cuarto de baño, sin mirar atrás, pero noto que Jeon está muy orgulloso. Muy orgulloso de mí. Jeon me da su teléfono en cuanto emprendemos el viaje de vuelta.

—Toma. Yoongi y Taehyung están preocupados por ti. EunJi miró sus números en tu teléfono y los ha estado llamando todo el fin de semana para preguntarles dónde estabas.

—¿Has hablando con alguno de ellos?

Jeon asiente.

—He hablado con Yoongi esta mañana, justo antes de que JongSuk llamara. Le he contado que te habías enfadado con tu madre y que necesitabas pasar unos días fuera de casa. La explicación lo ha convencido.