Capítulo 12

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—Será mejor que me diga que necesita, Director.

—¿Por qué, tiene prisa señorita Hamilton?—Asentí y él alzó su ceja—Dígame una razón completamente lógica y la dejaré ir.

Sonreí y me baje del escritorio quedando cerca de él—:Porque necesito ir a la fiesta que está organizando Paris, quiero ir a beber, fumar y follarme a algún chico. ¿Ahora entiende el por qué necesito irme?

—Sí entiendo pero no quiero que se vaya aún—Rodé mis ojos y comencé a caminar en la oficina, mirando cada uno de sus diplomas.

—No sabía que se había graduado en Harvard—Murmuré observando su diploma de dicha Universidad—Y menos de cirujano plástico.

—Mi padre me heredó la preparatoria—Murmuro—Pero puse a trabajar a un docente que antes era mi colega en Harvard, ya sabe la historia completa, Hamilton. Sabrina y usted, provocaron que renunciara William Smith.

Sonreí y le guiñé un ojo.

—¿Y también ejerce su profesión?—Asintió—¿Podría ponerme un par de implantes en mis pechos?

—La ejercí por unos años hasta que falleció mi padre—Miré a todos lados para evitar dar el pésame—Tuve que dejar la medicina y convertirme en un director de una escuela donde estudian, o al menos aparentan estudiar, jóvenes engreídos.

—¿Cuántos años tiene?—Murmuré y empece a acercarme a él hasta que cayó en el sillón más cerca.

—38 años, jovencita—Murmuro y relamí mis labios, me puse encima de él de nuevo.

—Uf, juraba que tendría unos 29 años—Deslice mis manos a sus bíceps, mordí mi labio inferior y me acerqué a besar sus labios delicadamente.

Sus manos rápidamente se posicionaron en mi trasero acercándome a él, sintiendo su miembro creciendo.

Un golpe estruendoso sonó cuando Ashton abrió la puerta. Rodé los ojos y no me inmuté de mi lugar, incluso, me senté mejor.

—¿Todo bien, Lauren?—Asentí—Oh, lo siento. Es sólo que vimos que no regresabas y me preocupé.

Alce mi mano y con mi índice le indiqué que se acercara, cerró la puerta tras de sí.

—¿Un trío, Hamilton?—Soltó burlón el director, a lo que Ashton le dio una mirada fulminante.

Mi mejor amigo se acercó a mí y toque su abdomen, mi mano recorrió su torso hasta llegar a su mandíbula, lo incline hacia mí y besé sus labios lentamente. Éste rápidamente me levantó quitándome de encima de Ellington.

Mientras estaba de pie, mi amigo llevaba a un viaje sus manos llevándolas desde mis senos, vagina y trasero, me giré y vi al director mientras que mi amigo me besaba el cuello y masajeaba mis senos delicadamente.

Comencé a desabrochar mi camisa, abriéndola y mostrándole mi cuerpo.

—Debemos irnos ya, Lau—Murmuró en un hilo de voz Ashton en mi oído, asentí ligeramente. El director se acercó a mí y tomó mi barbilla delicadamente.

—Aún no—Demande quitando su mano de mi rostro y proseguí a abrochar de nuevo mi blusa, dejando mis cosas en aquella oficina, salí corriendo tomada de la mano con mi mejor amigo—Eres el mejor, Ashton.

Grité al aire y éste sonrió, llegamos a su auto donde seguían esperándonos Harry y Michael, brincamos hacia adentro de aquel convertible rojo y comenzó a manejar Brown.

Llegamos a un centro comercial, caminamos hasta llegar a la tienda de Louis Vuitton y saludamos a la madre de Harry, quien estaba revisando las ventas de aquel local ya que es la supervisora.

—¡Lauren, toma lo que quieras querida!—Sonreí y asentí ante las palabras de Anne, mire a mi alrededor y observe un entallado vestido rojo el cual sólo llegaba arriba de la rodilla o un poco más con un escote en forma de v y finas tiras que descansaban en los hombros de aquel maniquí.

Me acerqué a mirarlo más de cerca y observé los pequeños detalles, era un rojo con brillo, no cualquiera podría saber llevar este vestido. Gire a ver a Ashton quien estaba esperando mi respuesta y señalé aquella vestimenta, él asintió y trono sus dedos, de inmediato se acercó una empleada a la cual ordenó que me enseñaran aquel vestido.

———

Sabrina y Caitlin estaban 10 minutos tarde, seguíamos esperándolas en aquel centro comercial, parecía que no podían decidir en qué auto nos iremos a aquella fiesta. La mansión de Paris era inmensa, aunque no tanto como la mía, tiene más de 15 habitaciones, una piscina inmensa.

A lo lejos escuchamos Be my daddy de lana del rey, supimos al instante que se trataba de nuestras amigas, éstas al vernos aceleraron más y pararon enfrente de nosotros, nos subimos en aquella jeep roja. Volvió a acelerar mientras íbamos cantando aquella canción y varias personas nos miraban. Todos sabían que éramos los típicos adolescentes engreídos que cubríamos todas las fechorías y errores que hiciéramos, nuestros padres son millonarios exageradamente. Nos daban lo que pedíamos al instante.

Llegamos a la mansión de Ashton y bajamos enseguida, entramos y rápidamente proseguimos a arreglarnos para llegar a la fiesta cuando estuviese en su punto máximo. No queríamos ser los primeros en llegar pero tampoco los últimos.

Ash se ofreció a ayudar a ponerme aquel vestido, me desnudé frente a él quitando aquella bata blanca de mi cuerpo, tragó saliva y sonreí burlonamente.

—No hay nada nuevo que no hayas visto, tranquilo—Solté irónica.

—No, no es eso. Sino que me siento culpable, por no haber llegado antes de que fueses al salón de Jones.

Suspiré, me acerqué a él y puse mis brazos alrededor de su cuello.

—Ya pasó, no planeo llorar toda mi vida por ello. No lo necesito y cuando llegaste fue el momento perfecto, ni tarde ni temprano. Me salvaste, Ashton. Te debo mi vida.

Sonrió y me abrazó, lo sentí sincero, habían pasado años sin que sintiera un abrazo así, Zayn no me daba esa sensación desde hace meses y mucho menos mis amigas. No sentía tranquilidad hasta que Ashton me abrazó.

—Ahora vísteme—Murmuré y sonrió, me puso una tanga color negra y después el vestido, de una caja blanca con bordes negros sacó unas zapatillas altas, me las puso delicadamente y se levantó de la alfombra.

—Te amo, Lauren—Murmuró mientras me miraba fijamente, sus ojos delataban la verdad, no quería nada con él y menos ahora que terminé con Zayn, es decir, 3 años de relación no se olvidan tan rápido.

—Arréglate, llegaremos tarde, Ash—Murmuré mientras tocaba su nariz con mi índice.

Éste asintió y se quitó la ropa mientras se volvía a vestir con un conjunto que había encontrado en el centro comercial, no tardó más que 10 minutos en lo que se peinaba, salimos de aquella habitación y en la sala ya estaban todos arreglados y listos para irnos a aquella celebración a la cual le habían cambiado el nombre del evento, ahora era "Lauren Hamilton está soltera, casting para el próximo Zayn" obviamente, estaban haciendo una sátira hacia la relación que tuve con aquel moreno. Sonreí nostálgicamente ante los recuerdos que mantuve con él y cómo se habían ido a la basura tan rápido.

—¿Están listos?—La voz afeminada de Caitlin me sacó de mis pensamientos y dirigí mi mirada hacia ella.

—Por supuesto.

DULCE TENTACIÓN ///EDITANDO\\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora