Capítulo 29

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La fiesta había acabado tardísimo, policías vinieron a detenerla pero al ver quien era mi padre decidieron quedarse a disfrutar, Henry estaba a mi lado, desnudo y boca abajo. Empecé a moverlo y éste se giró.

—Quiero follar de nuevo, Henry—Murmuré y suspiró de nuevo.

—Por favor, no me digas que en otra cláusula está que debemos tener hijos—Contestó somnoliento.

—Me querías para ti—Murmuré—Aquí me tienes. Desatada y sin compromisos.

Pasó sus manos por su rostro.

—No puedo, Lauren. Eres menor de edad—Murmuró mientras se recostaba de lado mirándome.

—Exacto—Ahí fue cuando entendió todo—¿No me dirás feliz cumpleaños?

Se arrojó encima de mí soltando millones de besos en mi rostro y abrazándome.

—Vayamos a gastar la fortuna que nos ha llegado a las cuentas de banco—Sonrió Henry y nos paramos de inmediato.

—Arréglate lo más preciosa que puedas. Complaceré a mi princesa el día de hoy—Me acerqué a besar sus labios ligeramente.

Me metí a la ducha y en cuanto salí miré el closet que había en mi departamento, decidí ponerme un pantalón de vestir color beige, un crop top con mangas largas y acampanadas, zapatillas de tacón bajo y una pequeña bolsa color blanca. Peiné mi cabello en un moño estirado, maquillé mi rostro ligeramente, por último tomé unas joyas y me las coloqué. Puse mi anillo en mi dedo y sonreí.

Henry no tardo más de 10 minutos en alistarse, vestía un pantalón de satin azul oscuro, camiseta blanca con líneas azules y rojas, un suéter encima de ésta.

—Tenemos que empezar a vestirnos como los millonarios que somos, Lauren—Sonreí—Acabo de revisar mi cuenta bancaria—Me enseñó su teléfono, mis ojos se iluminaron—Ni siquiera puedo leer la cantidad. Es impresionante.

—De nada, cariño—Me acerqué a besarle y salimos del departamento. Mi jeep ya estaba en la entrada esperándome.

Henry se ofreció a manejar, nos dirigimos a un excelente restaurante con vista al mar de Los maravillosos Ángeles.

Ordenamos comida el desayuno más costoso y extravagante de la carta, vino y champagne y cerramos el restaurante para que sólo nos atendieran a nosotros.

—¿Qué planes haremos hoy?—Preguntó Henry mientras tomaba mi mano sobre la mesa.

—Vayamos a gastar nuestros millones, mi padre dice que el departamento ya está amueblado sin embargo me gustaría comprar más cosas... Finas, ya sabes, re modelar y hacerlo más costoso. Como un palacio.

Asintió y besó mi dorso—:Lo que sea por mi princesa. Hablando de tu padre, me mandó mensaje antes de que saliéramos y me comentó que pasáramos a su oficina en Las Vegas.

La comida había llegado y empezamos a degustarla hasta que nos la acabamos, seguimos bebiendo champagne hasta que vimos que entró al restaurante Tom Harrison.

—Señor Moore—Saludó—Lamento intervenir de esta manera pero tengo que hablar con la señorita Hamilton de negocios.

—Adelante, es suya... Pero no del todo—Sonreí y Henry se levantó de la mesa, camino hacia el balcón y encendió un puro.

—¿Qué es lo que necesitas?—Murmure.

Se sentó en el lugar de mi novio, soltó un chasquido y rápidamente se acercó un mesero entregando una copa más.

—He estado investigando a Lee—Sonreí—Usualmente se encuentra en el bar Howkland, de la avenida MelRose. Podría hacerlo ahí mismo, bala, silenciador... ¿Qué te parece?

DULCE TENTACIÓN ///EDITANDO\\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora