Capítulo 39

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La alarma que había puesto en mi teléfono sonó, interrumpiendo mi sueño. Abrí los ojos lentamente, la luz del día me lastimaba un poco. Apague la alarma a tanteos, Henry se dio la vuelta y me miro con un ojo entreabierto.

—Feliz primer día en Saint Nicholas—Me acerqué a besar sus labios—¿Te llevo?

—No lo pienses, Chris irá conmigo. Usaremos el Jeep—Murmuré y éste asintió—Descansa, amor, te veo en la noche.

Volví a besarlo y me levante a ducharme, Chris ya estaba listo y sólo faltaba yo. Salí del baño y me dirigí a mi closet, el uniforme ya estaba colgado y planchado. Listo para usarlo, comencé a vestirme, las calcetas negras eran largas y me llegaban un poco arriba de las rodillas.

Me dirigí a la cocina donde yacía un vaso de jugo de naranja junto con pan tostado, me dispuse a degustarlo ya que era muy temprano aún y teníamos tiempo para desayunar.

—¿Pasaré por ti o tú lo harás?—Habló Chris.

—Pasarás por mí, te llevarás el Jeep y te esperaré a fuera. Ni un minuto tarde, Christopher, no me gusta esperar—Asintió, le arrojé las llaves y las cacho—Vayamos ya, quiero pasar a Starbucks.

Salimos del edificio y subimos al Jeep.
Comenzó a manejar lento, la música del radio era buena. Las calles estaban llenísimas, probablemente era porque hoy es regreso a clases.

—¿Segura que quieres entrar?—Asentí—Son 9:30 y entras a las 10:00 a clases, Lauren.

—Sólo espera aquí, en cuanto escuchen mi apellido me atenderán—Salí del auto y camine hasta el local, entre y todos me miraron.

—¿Usted es la señorita Hamilton?—Asentí—Su padre ha dejado su orden lista, también comentó que pase todas las mañanas a ésta hora para darle su café.

Fruncí mi ceño y tomé el vaso que había—:Gracias, Jerry.
Leí su placa en el mandil.

—Para servirle, Hamilton.

Salí del lugar y me subí de nuevo a la camioneta. Nuestro viaje seguía, Saint Nicholas estaba un poco lejos de casa pero lo bastante cerca de donde Chris impartiría clases, así que él no llegaría tarde.

—Faltan 10 minutos—Murmuré—¿Por qué no giras en la siguiente avenida? Es donde mi padre dijo que siempre había menos tránsito.
Hizo lo que le pedí y minutos después ya estábamos a fuera del colegio.
Quería entrar en cuanto tocaran la chicharra.

—¿Nos daremos beso de despedida?—Solté burlona—Porqué quiero besarte.

—Estaba esperando a que lo dijeras, Lau.
Sonreí y me acerqué a besarlo lentamente, con mi mano acerqué su rostro al mío para profundizar el beso. La chicharra no tardó en sonar así que bajé de inmediato.

—¡13:00 pm, no lo olvides!—Grité mientras me adentraba al colegio. Camine por los pasillos y los chicos me veían fijamente, varios silbaban al verme.

De acuerdo con mi horario, mi primera clase era con la profesora Grease, la cual impartía física. Entre al salón y todos pusieron su vista en mí, busqué la primera mesa vacía, ya que era de dos asientos y seguramente tendría que compartir con alguien más.

Los alumnos se iban adentrando cada vez hasta que el salón quedó lleno. La profesora había entrado y cerró la puerta.

—Buenos días, jóvenes—Dijo su primera palabra animadamente—Por lo que veo hay una nueva alumna en el semestre. ¿Podrías presentarte, por favor?—Alguien tocó la puerta—Oh, un momento por favor.

Se acercó y la abrió, un chico alto, guapo... uff, bastante guapo. Entro, su mirada se cruzó con la mía y se dirigía hacia mí. Fruncí mi ceño, se sentó a mi lado.

DULCE TENTACIÓN ///EDITANDO\\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora