DULCE TENTACIÓN ///EDITANDO\\\

Capítulo 35

—¡Rompiste la cama!—Gritó Henry mientras Chris se moría de la risa—No puedo creerlo, Lauren. Haz engordado en tan sólo un día.

—¡Ustedes par de idiotas no la armaron como debía ser!—Contesté furiosa, el ruloso me extendió su mano para ayudarme a parar—Tal vez sí hubiesen leído el maldito instructivo esto no habría pasado.

Salí furiosa de la habitación, bajé las escaleras y me dirigí a fuera de la casa. Puse mi mirada enfrente y vi mi peor pesadilla. Docenas de patrullas, mi padre, Tom Harrison y Turner, y Shawn King. Tragué saliva, deseé no haber salido de casa, no haber ido a acostarme.

—Fue difícil encontrarte, Lauren—Habló mi padre—Te busqué por todo el país, incluso viajé a otros países. Y estás en un lugar donde...básicamente no es lo que te mereces.

—Lárgate—Contesté firme, enderecé mi postura, salió Henry y Chris, los policías apuntaron con sus pistolas ante ellos—Soy mayor de edad, no puedes reclamarme nada.

Rieron a carcajadas, fruncí mi ceño.

—Claro que puedo—Se acercó y jalo mi brazo, se acercó a mi oído—Debiste haber leído muy bien el contrato.

Cerré mis ojos, suspiré fuertemente. Me rendí, mi vida estaba destinada a ser una mierda. No puse resistencia mientras me dirigía a su camioneta.

—Oh, casi lo olvidaba—Se giró—El señor Moore y Ellington están arrestados por secuestro.
Sonrió y nos introdujo al vehículo.

Recargue mi cabeza en la ventana mientras veía como nos alejábamos de la casa, policías tomaban a Henry y Chris, los metían a las patrullas. Cerré mis ojos, decidí ignorar toda esa situación.

Al cabo de muchas horas de viaje, me llevo a mi departamento en Los Ángeles, ahí estaba Zayn, Harry, Michael y Sabrina junto con su novia. Sonreí un poco, me metí a mi cama y e los hicieron lo mismo.

—Tu padre nos pidió que estemos aquí—Murmuró mi ex—Dijo que necesitabas apoyo emocional después de toda la tragedia que había estado pasando.

—Me importa una mierda lo que diga—Me levanté y me dirigí a mi clóset, Sabrina me siguió y sonrió, busqué un vestido de cristales Swarovski—Vayamos a un maldito club.

Mi amiga salió corriendo del clóset, escuché gritos por parte de mis amigos... ¿De verdad serán mis amigos? Cruce toda la habitación hasta llegar a mi baño, me desnudé y abrí la llave, dejé que el agua cayera en mi cuerpo.

Mi felicidad se había se había esfumado por completo, decidí repetir mi mantra una y otra vez hasta que dejé de sentirme mal. Salí y caminé hasta mi habitación, ellos aún seguían ahí en la cama, rodé los ojos, regresé al baño y comencé a arreglarme. Me miré al espejo, mis ojeras no eran normales. Parecía un muerto andante.

¿Todo este dinero puede comprarme una máquina del tiempo? Escuché como saludaban a mi padre, salí del baño ya vestida, él sonrió. Traía un par de bolsas consigo, le devolví la sonrisa.

—Te compré un par de cosas—Murmuró—Un nuevo teléfono y recuperé las cosas que dejaste en aquella pocilga.

—Gracias—Murmuré forzadamente.

—También traje esto—De una de las bolsas sacó el abrigo de Henry, rápidamente se lo quite. Su loción aún seguía impregnada—Sí te portas bien, tal vez puedas verlo a escondidas de tu prometido.
Me guiñó un ojo, se quitó de mi vista y ahí estaba Tom Harrison, cerré mis ojos.

—¿Estás lista?—Gritó eufórico, asentí. Mis amigos gritaron y juntos salimos del departamento, en la entrada del edificio habían millones de paparazzis, flashes me deslumbraban uno más que el otro.