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¡Buenos días!

Alastor radiante y lleno de energía, abrió la puerta del Hazbin Hotel y saludó a todo pulmón al poco personal que recidía adentro. Tal vez azotó la puerta demasiado fuerte porque apenas lo hizo, esta se desplomó contra el piso y una gran cantidad de polvo se disparó hacia el interior del destruido edificio.

Como era de esperarse, la estructura estaba en pésimas condiciones luego de la guerra y todo su interior parecía víctima de un atentado de gran calibre, o quizá un tornado. Los muebles estaban dispersos y rotos, el tapiz de las paredes y piso estaban saliéndose y cada rincón estaba cubierto de tierra y destrozos entre botellas, adornos y vidrios rotos por doquier. El demonio radio entró al hotel de todas formas, ignorando que había terminado de destrozar la puerta de entrada. Pero de inmediato, Vaggie colocó su lanza a dos centímetros de su cuello casi apareciendo de la nada misma y con una mirada llena de odio, no dudó en amenazarlo.

¡¿Aún tienes el descaro de volver a aparecerte?!

¡También es un gusto verte, dulzura!

La rodeó, ignoró la amenaza y empezó a observar su alrededor muy curioso ante todos los inminentes destrozos y mugre que había en todos lados. Charlie se sorprendió mucho al verlo y se acercó a las corridas para alcanzarlo, todos ellos se encontraban ahí desde el mediodía tratando de encontrar una solución para reparar todo el terrible daño que había afectado al Hazbin, pero definitivamente no se esperaban la repentina visita del demonio radio así como si nada.

Alastor... Estás bien. Mi padre me dijo que estabas gravemente herido. Pero veo que pudiste sanarte.

Sonrió un poco al verlo aunque también se sintió un poco incómoda por ese asunto grave de que bueno, intentó atentar contra la vida de Lucifer. El padre de Charlie lo había mencionado ocasionalmente porque ese intento no había llegado a nada. Alastor le sonrió alegre, pero antes de poder cruzar palabras, Vaggie fue la voz de la razón y al acercarse a ella lo señaló acusatoria y con justa razón.

Charlie, este bastardo hijo de puta quiso matar a tu padre.

Y no lo hizo porque sé que es bueno y nos aprecia. Se retracto en los últimos momentos... ¿No es verdad?

Hizo un gran esfuerzo en considerar esa posibilidad y sonrió ansiosa cuestionando un poco la apariencia tan tranquila de Alastor, pero él le negó con su dedo índice y largó una carcajada por lo divertido de la escena.

JAJA, nonono. En serio estaba hecho mierda y me hubiera volado la cabeza de un manotazo. ¡Por eso no hice nada! Pero bueno, circunstancias, mala suerte, ¿No es así?

Vaggie solo rodó los ojos volviendo a señalar a ese psicópata y Charlie suspiró frustrada y agotada por solo mantener esa conversación. Lo decía tan a la ligera que parecía que en si, toda la guerra hubiera sido una broma para él. De repente, Angel apareció detrás de Alastor y lo sujetó de los hombros con sus brazos superiores, se asomó hacia las chicas y saludó con un brazo inferior de mala gana... Porque era extraño que ellos dos volvieran juntos al hotel y ya se venía venir un montón de preguntas que no quería responder.

... Hola.

Charlie se sobresaltó al ver a la araña y casi saltó de la emoción cuando lo vio asomarse desde detrás de la espalda de un muy sonriente y tranquilo Alastor.

¡Angel! ¿Dónde estabas?

Pero se quedó muda cuando vio a aquellos dos tan... cerca. Violando el espacio personal del demonio radio cosa que era algo que siempre remarcaba que odiaba que otros demonios hicieran si él no empezaba el contacto primero.

Don't call me angel [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora