—El exterminio es en sesenta y tres días.
Escenario: Una mesa grande construida de madera rústica de varios metros de largo, sumergida en la oscuridad de una enorme sala con pocas decoraciones bajo una iluminación gótica. En realidad, lo que más resaltaba de toda la sala, eran los resplandores de los brillos de los ojos demoníacos de cada demonio sentado a lo largo. Toda clase de especímenes, vestidos de traje, de variedad de tamaño y con una particularidad distinguida.
Alastor estaba en la punta reposando su mejilla sobre la palma de su mano y sonriendo tranquilo, analizando cómo charlaban entre ellos como si fueran un grupo muy extravagante de la realeza. Muchos bebían champagne, cerveza, mientras otros comían pedazos de carne de cadáveres servidos elegantemente en sus platos de cortesía y manchaban de sangre sus rostros y garras.
—Se adelantó bastante, calculamos una baja de más de medio millón en los tres círculos del infierno principales.
Habló una mujer serpiente que vestía un conjunto victoriano de los más clásicos, casi al costado del demonio radio, indicando las cifras desde una tableta electrónica y tratando de mostrarle a todos las calamidades que se aproximaban en el infierno y sus territorios más poblados. Muchos la escucharon con atención y gruñeron, pero la sala de reuniones en general estaba atenta a la reacción del anfitrión.
—Nada mal.
Murmuró Alastor provocando que sus ojos color sangre brillaran con fervor, su sonrisa no se borraba de su rostro y la mayoría de sus invitados comenzaron a cerrar la boca y prestarle atención. El demonio radio se puso de pie, les dio la espalda y observó por el ventanal el cielo rojo que se nublaba de a poco. Estaba tan impaciente, emocionado, idealizando como se llegaría al gran día.
—Alastor.
Un demonio orca de varios metros de altura lo llamó extrañado, con una voz gruesa espectral. Largó el humo del habano que estaba fumando y prosiguió a pesar de que el contrario no tuvo reacción alguna.
—Será diferente a los demás exterminios. He oído que poseemos demonios más fuertes y la baja de ángeles es evidente. Aunque no hay que subestimar a los arcángeles.
Alastor se giró hacia ellos y sacó su radio difusor en forma de báculo, tenía vida propia pero aún así lo manejaba a su voluntad. Entonces, habló hacia todos para ser escuchado claramente en su emisión. Sus garras rojizas estrujaron el comunicador y, sin dejar de sonreír confiado en si mismo, se dirigió a todos ellos como su líder.
—Me interesa la presencia de Lucifer. Es por eso que ustedes están aquí hoy.
Extendió su brazo hacia ellos, como los caballeros que eran. Y dulcemente los miró como si se trataran de camaradas de toda la vida.
—Mis queridos reyes de los nueve círculos del infierno.
------------------------------
Angel acomodó su cabello y limpió un poco sus ropas, caminó un par de pasos tratando de alinearse lo mejor posible antes de entrar al hotel. Había finalizado con todos sus clientes y la recompensa había sido alta, tampoco hubo muchos morbos raros, no tantos como los que hubiera querido, pero el trabajo fue fácil y mucho más rápido que los primeros tres. Abrió la puerta del hotel suspirando y colocó sus manos en sus caderas.
—Terminé rápido.
Murmuró sin darse cuenta. Para su sorpresa, el escenario que vio fue triste y lo dejó bastante confundido. Al fondo y en la parte del sofá de bienvenida, Charlie estaba sentada y acurrucada en un rincón del asiento, llorando desconsolada mientras Vaggie a su lado colocaba una mano en su hombro y la observaba con genuina preocupación. Parecía consolarla pero la rubia simplemente no podía dejar de llorar.
—Eh... ¿Qué sucede?
Angel se acercó extrañado hacia ellas, pero Vaggie le clavó una mirada amenazante a los dos segundos.
—No es de tu incumbencia.
Lejos de ofenderse, el pecador se encogió de hombros y se dio la vuelta para retirarse escaleras arriba.
—Como quieran.
—¡No, espera! ¡Angel!
Charlie se dio cuenta de la presencia de Angel cuando alzó su mirada y rápidamente se levantó de su lugar para ir hacia él, le tomó del brazo para detenerlo y la araña se giró más confundido que antes. La chica era un mar de lágrimas y nervios y era tan extraño verla así de la nada.
—¿Sabes algo de Alastor? ¿Hablaste con él? Necesito saber si te dijo algo o si te contó algo sobre...
Se quedó callada y fue disminuyendo su voz como si tuviera miedo de seguir hablando. Vaggie se acercó a ella a paso lento y le rodeó la cintura con su mano, abrazándola de costado y calmando un poco su ataque de llanto. Al mismo tiempo, Dust se les quedó mirando por unos momentos, ya que ellas dos sabían que tanto él como Alastor andaban en algo pero no sabían en qué. Sinceramente él tampoco sabía nada de los pensamientos o planes del demonio radio, así que no les podía decir mucho.
—No, fuimos a pasear a los barrios altos. Pero no me ha dicho nada. Y ya que respondí, ¿Me pueden decir qué mierda pasa?
Exigió una respuesta a cambio de hablarles relativamente tranquilo. Charlie sintió sus labios temblar y bajó la cabeza, por eso mismo su chica tomó el mando de la situación y respondió por ella. Tampoco sabía demasiada información pero si la suficiente para mantener al tanto a sus residentes.
—El exterminio se adelantó.
Oh. Era eso. Dust lo intuía por los rumores que se decían. Hace un poco más de medio año había sido el último y el nuevo se estaba adelantando por muchos meses. Era algo raro pero tampoco lo cuestionaba mucho, todos los años era lo mismo y las masacres se superaban al pasar los meses. Una rutina que era una total costumbre en el infierno pero la cual Charlie repudiaba, la angustiaba de una forma terrible.
—Si, eso se dice en las calles. Que pena.
No fingió su voz desinteresada, pero Charlie se armó de un poco más de fuerza para hablarle a Angel de los miedos que la atormentaban. Con sus ojos cristalinos y a punto de volver a derramar lágrimas, lo observó al borde de quebrarse de nuevo.
—Es aún peor que antes. Mucho peor, mucho. Y tengo miedo de que Alastor haga algo muy malo. Mi papá... Él...
El arácnido parpadeó y alzó una ceja, porque se estaba confundiendo mucho más que antes.
—Definitivamente no entiendo.
—La aniquilación de almas será casi del triple que en los anteriores años y décadas. Es extraño y ciertamente injusto que nos invadan de esta forma, muchos van a desaparecer. Y por eso mismo, el padre de Charlie se va a involucrar.
Explicó Vaggie un poco menos emocional pero tomándose el asunto al mismo nivel de seriedad que Charlie. Se venía una masacre monumental la cual el infierno nunca había experimentado antes, y si la cantidad realmente sobrepasaba los límites de lo antes conocido, hasta sus propias almas podrían peligrar, no importaba dónde se escondieran o refugiaran.
—¿Y qué tiene que ver Alastor en esto?
Cuestionó Angel finalmente tratando de llegar al punto y medio impaciente por lo dramática y estresante que estaban haciendo que se tornara la conversación.
—Mi padre piensa que Alastor será parte de la guerra. Una guerra que tendrá el propósito de defender a los nuestros, algo que nunca se había hecho antes. Siempre hemos agachado la cabeza y esperado el exterminio sin cuestionar a Dios o a los ángeles. Es una limpieza. Pero esta guerra... Esta guerra será simplemente demasiado para todos. Una revolución.
Los tres se quedaron en silencio, Charlie acababa de decir todo lo que sabía, todo lo que estaba en juego y en sencillas palabras, también todo lo que se podía perder.
![](https://img.wattpad.com/cover/207039472-288-k154180.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Don't call me angel [ RadioDust ]
FanfictieNo me digas que soy un ángel cuando soy un desastre. No lo digas cuando me quito la ropa. Sabes que a mí, no me gusta eso. Yo gano mi propio dinero y extiendo los cheques. Así que dí mi nombre con respeto. No puedes pagar mi precio. Estás estudiando...