Don't call me angel [ RadioDust ]

30°

Los gemidos y el sonido de los golpes retumbaron una y otra vez en el estudio. Los cristales se empañaron por la subida de temperatura de los cuerpos dentro de la habitación y la escena que había comenzado hace minutos se volvió cada vez más caliente.

Pero Valentino, desde el otro lado del cristal y monitoreando la escena, dejó de sonreír y agudizó su mirada hacia su estrella principal, analizó sus movimientos corporales y rigurosamente comprendió lo que estaba pasando. Conocía cada gesto, cada movimiento, cada sonido que emergía de su boca, hasta el más mínimo detalle. Lo suficiente para comprender que algo estaba muy mal. Y se disgustó de una forma que apenas pudo controlar. Sin más, se quedó mirando la escena un poco más, casi adivinando el resultado.

Angel abrazó con sus cuatro brazos el cuerpo robusto del demonio lobo y este gruñó de placer, tomando la delgada cintura de la araña y dirigiendo sus caderas al ritmo de sus embestidas. Aquel lobo también sentía algo extraño pero en realidad comenzó a sonreír y aprovechó esa falla... Sus instintos animales lo dominaron y empezó a golpear más duro su interior, mientras los fluidos de Angel le empapaban el vientre. Ese era el problema.

La araña dejó caer su cabeza hacia atrás mientras sentía como el lobo empezaba a manosear su pecho de una forma tan obsena y descarada, gimió sin cesar mientas se sonrojaba y cerraba sus ojos dejándose llevar por aquel ritmo duro que parecía aumentar toda la temperatura de su cuerpo como si tuviera fiebre. Estaba dando en el blanco... En el punto más sensible dentro de su cuerpo, gimió tan fuerte y su mente empezó a colapsar de la nada, porque no estaba pensando en el actor en lo absoluto.

Sentía aquellas manos fuertes dominando sus caderas y como era sujetado tan rudo, de una forma tan activa, escuchó la voz de Alastor dentro de su cabeza y pensó en él, en como lo besaba y como lamía su cuerpo como si quisiera comérselo entero, como se hacían uno solo y en como también le brindaba una energía descomunal que lo volvía totalmente loco de placer.

”Alastor... Alastor..."

El lobo lo recostó sobre el colchón del set de grabación y los camarógrafos a su alrededor no perdieron de vista el enfoque. Angel no estaba actuando y ese era el GRAN problema que Valentino había captado desde el comienzo. No estaba siendo el personaje que debía ser, se estaba dejando llevar y teniendo sexo real con ese demonio. Y no hubo cosa que le molestara más porque sabía de quién era la culpa... La verdadera culpa de turbar la mente de Angel hasta llegar al punto de que eso interfiriera en su desempeño. Pocos minutos después, Angel sintió como sus piernas temblaban y como instinto, arañó la espalda del contrario.

No pudo controlarlo y se fue de sus manos, cedió ante el espasmo de su cuerpo y se corrió en el vientre del actor, quien sabía lo que estaba pasando pero era un completo degenerado y aprovechó ese momento de debilidad para dejar de actuar también y cogerlo como se le diera la gana. Se corrió dentro de Angel y ambos unieron sus caderas a más no poder por varios segundos, la araña se aferró a su espalda y, aún siendo víctima del descomunal placer del orgasmo, aflojó su cuerpo de a poco hasta derrumbarse de espaldas contra el colchón y jadear débilmente para recuperar el aliento.

—Corten.

Valentino se puso de pie con tanta violencia que la silla en la que estaba sentado salió volando hacia atrás, las marcas de sus garras quedaron sobre la madera ya que había estado presionando con fuerza la superficie de su escritorio en medio de la oscuridad. Salió de la cabina y se adentró por la puerta lateral hacia el interior del estudio en el que grababan.

Su presencia adentro y su mirada de furia sin medida hablaron por si mismas, el lobo se puso de pie casi con miedo de verlo de esa manera y los camarógrafos temblaron al no verlo sonreír como acostumbraba. Se retiraron en silencio por la puerta del final de la cabina, mientras Angel se sentaba en su lugar y se terminaba de recuperar de lo que había pasado.