Cherri Bomb saltó riendo como una maniática, huyendo de la gran explosión proveniente de las bombas de humo que acababa de soltar una tras otra. Apenas aterrizó y se arrodilló en el piso, giró hacia atrás en busca de arrojar algunas más, pero Angel se le adelantó y les perforó el cráneo a los dos demonios pájaro con tan solo dos disparos. Le sonrió a su amiga a su lado y con sus brazos inferiores terminó de explotarles el cráneo con un enorme bate con varios clavos oxidados incrustados en la madera. La chica silbó impresionada, estaba acabando con la mayoría él solo.
—Más fuerte que nunca, ¿Ahora qué hiciste?
—Alastor me dio de su energía.
No se molestó en girar hacia atrás, sus brazos, quinto y sexto, sostuvieron la metralleta y aniquilaron a varios demonios perros y lagartos que querían adueñarse de la zona, demonios rastreros y pecadores de baja clase. Cherri se le quedó mirando a su mejor amigo, dejó de sonreír y sintió una extraña emoción cuando lo vio tan brillante y poderoso, con reflejos únicos, muy diferente a la última vez que lo había visto.
—Angie, ¿Es tu novio?
Angel la miró arqueando una ceja, alzó sus hombros y siguió disparando.
—Meh. Somos algo.
Ella dejó de luchar al momento que percibió que la araña dominaba todo el terreno con una enorme facilidad. Se sentó a su lado mientras él disparaba sin siquiera moverse de su lugar, su puntería hacía maravillas sin siquiera hacer el mínimo esfuerzo.
—Te vez feliz y radiante. Soy tu amiga, es lindo verte así. Además, no te lamentes por Valentino. Se recupera rápido.
Dejó de disparar y ladeó su cabeza confundido hacia Cherri. No estaría insinuando lo que pensaba, ¿O si? Sabía que ella ofrecía servicios rápidos en las calles, pero nunca se había unido a una agencia oficialmente... La realidad era que tenía un gran potencial para ello. Pero, ¿Tenía que ser precisamente con Val?
—Tú. Espera, ¿Tú?
Más o menos le tiró la indirecta para saber si ahora ella era su nueva estrella o promesa de tener un gran debut en el cine porno. Si era así, seguramente estaba siendo entrenada por Val, como él también fue entrenado décadas atrás para ser el mejor.
Sintió su estómago revólverse de... Envidia. Celos. Valentino lo tenía en un pedestal y ahora en la mismísima basura. Suspiró frustrado, era obvio que su nueva estrella sería una mujer porque atraía a más población. Aún así, se sentía tan reemplazado y miserable. Pero ya no había vuelta atrás. No es como si lo lamentara tanto, empezaría a maltratar a Cherri tarde o temprano, era un tirano después de todo.
—Si. Tengo potencial. Pero no te ofendas. Es trabajo, nada personal. Me preguntaba, ¿Buscarás otras agencias, Angel?
Cuestionó la chica al momento que los enemigos dejaron de venir, el polvo se disipó y el silencio empezó a reinar el medio de la ruta despoblada y silenciosa.
—Si, en eso estoy. Recibo propuestas pero nada me convence.
No iba a dejar que Alastor volviera a intervenir en sus asuntos, ni que usara sus contactos, ni nada. Cada vez que se metía, ocurría una catástrofe. Prefería arreglárselas solo. La mayoría del infierno conocía su trabajo en el porno y tenía muchas empresas a las cuales acudir, pero nadie ofrecía demasiado dinero, todos eran muy estrictos pero pagaban poco y nada, era de esperarse de gente del infierno.
—¿Y si te dedicas a volver a los negocios de los barrios bajos? Necesitan a alguien digno por ahí y tienes poder, capacidad. ¿No era eso lo que hacías en la tierra? O bueno, la opción de prostituirte y estar en eso 24/7 es algo tentador. He ganado bastante así, pero si, es agotador.
La araña lo pensó muchas veces, volver a los barrios bajos porque se le daba bien, aunque no conocía en profundidad el negocio de la droga en el círculo del infierno que habitaba. La mayoría de los demás círculos estaban cubiertos por los dominios de su familia. Y... no había cosa que odiara más en su existencia que encontrarse con su estúpido padre y su imbécil hermano.
—Hay muchas opciones, pero los suburbios... Supongo que es algo en lo que siempre fui bueno. Pero mi padre es un idiota y lo odio. No quiero negociar con él.
Cherri sonrió emocionada al escuchar eso, ¿Por qué no simplemente usaba sus privilegios? ¡Hola! ¡El demonio radio estaba casi a sus órdenes! ¡Podría mandarlo a volar media ciudad si quisiera! Ella usaría toda esa clases de servicios a su conveniencia.
—Siempre puedes enviar a Alastor a que les dé una lección. ¡Ah! ¡Mandaría a matar a tantas personas! ¿No es genial?
—No, definitivamente no es genial.
Se cruzó de brazos y desvió la mirada molesto. No era una tonta damisela en peligro o un niño pequeño para ser cuidado todo el tiempo. Lo único que le molestaba de Alastor era que se metiera en sus cosas sin consultar, solo aparecerse y hacer lo que quisiera cómo quisiera y cuándo quisiera.
—No quiero depender de él de esa forma. Odié que se metiera con Valentino, lo hizo por su cuenta. No quiero que simplemente vaya y extermine a todos los que odio solo porque se le antoja.
—Yo usaría ese privilegio.
Tarareó la chica con una gran sonrisa. Pero volvió a mirar a su mejor amigo, lanzó una carcajada infantil porque se notaba a kilómetros que aunque lo criticara, estaba muy enlazado emocionalmente con el demonio radio. Y ella jamás había visto que floreciera esa clase de cariño o amor en el infierno. Se mordió los labios, era lindo y cursi, pero algo que hubiera deseado tener en la tierra.
—Estás muy enamorado de él. Jamás te vi así. Jamás. Y tampoco pensé que esas emociones pudieran crecer en el infierno. ¡Estoy celosa!
Chilló como una niña pequeña y le dio un suave puñetazo en el hombro. Angel se quedó sorprendido al escucharla, ¿Estaba bromeando?
—¿De verdad?
—¡Claro! Soy una chica y fui humana. Siempre quise algo así, pero bueno, aquí no hay esa clase de oportunidades. Dah.
A pesar de que obtuviera dinero fácil y que muchos hombres quisieran acostarse con ella, nadie en el infierno la veía con otras intenciones que no fueran sexuales. Era triste, pero era parte de su condena. De alguna forma, ver qué una pareja pudiera ser feliz le intrigada y le daban muchas ganas de tener esos mismos sentimientos que no pudo obtener ni experimentar en el plano terrenal.
—Bueno, en el hotel...
Angel odiaba mencionar el Hazbin como si estuviera predicando una religión. De hecho le daba hasta vergüenza reconocer que vivía allí, el hotel era una burla en todo el infierno. Un chiste que era patético. Pero allí conoció a Alastor... Y bueno, todos siempre decían que al ascender al paraíso, allí arriba había un creciente mar de posibilidades. Se podían concebir hijos, formar familias y claro que conseguir el amor. Pero Cherri se rio al escuchar las palabras de Angel, nunca iría a ese estúpido lugar ni de broma, no era su estilo.
—No iré a ese nefasto lugar lleno de músicales de Disney. Me enferma.
—Hay alcohol gratis.
Se encogió de hombros y limpió el polvo de su metralladora. Además de que también se podían filtrar drogas fácilmente en las habitaciones. Tenía cierto escepticismo al reconocer que era lo "bueno o malo" como para poder ascender al paraíso. Su teoría era que no importaban la sustancias o el consumo en general. La idea era portarse bien, ¿Verdad? El consumo no era un pecado si no dañaba a otros.
Cherri Bomb se quedó callada.
Era drogadicta, ninfómana, prostituta.
Y también era alcohólica.
—Luego me pasas la dirección.

ESTÁS LEYENDO
Don't call me angel [ RadioDust ]
FanficNo me digas que soy un ángel cuando soy un desastre. No lo digas cuando me quito la ropa. Sabes que a mí, no me gusta eso. Yo gano mi propio dinero y extiendo los cheques. Así que dí mi nombre con respeto. No puedes pagar mi precio. Estás estudiando...