39°

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Alastor... n-ngh... nos van a... escuchar...

Lo estampó contra la pared mientras Angel apenas y podía tener la lucidez de articular palabras. Se sostuvo de la pared con sus cuatro brazos y entrecerró los ojos, suspirando y tratando de tomar todo el aire posible. Pero Alastor no le tuvo compasión alguna, enterró sus garras en sus caderas y lo embistió fuerte y decidido, su sonrisa crecía y sus ojos estaban rojos y ardiendo como si fueran fuego. Desde atrás, acercó sus dientes afilados y mordió el hombro de su Angel hasta provocar que las heridas comenzaran a sangrar, el contrario gimió tan fuerte... y alzó más sus caderas con intención de que el falo del demonio radio fuera inclusive mucho más profundo. Trató de taparse la boca con una de sus manos, pero Alastor la destapó en seguida y aprisionó su cuerpo contra la pared de aquella pequeña habitación. En los vestidores de detrás del escenario, Angel sabía que estaban perdiendo el control como si fueran animales, pero no podía luchar contra eso, simplemente no podía porque se sentía muy bien.

Oh... si gimes así de fuerte, es obvio que nos escucharán, cariño.

Se rio el ciervo sin dejar de empotrarlo contra la pared cada vez más fuerte y sintiendo como las piernas del contrario estaban temblando con poca estabilidad. Angel gimió cada vez más rápido y más agudo, y cuando una de las intrepidas manos de su pareja se deslizó por su entrepierna para comenzar a masturbarlo, la araña arqueó su espalda sin dejar de temblar por lo sensible que su cuerpo estaba ante esa posición y la sensación de dominación contraria. No podía escapar, debían salir en pocos minutos al escenario y aún así... Quería que Alastor lamiera cada parte y estrujara todo su cuerpo con sus manos fuertes y seguras, era adicto a cada toque y cada rasguño, cada herida y mordida que eran proporcionadas por él.

—Dame todo... Te amo...

Rogó Angel en medio de un débil gemido, pero luego no pudo evitar gemir fuerte cuando su ciervo enterró una de sus manos en medio de su suave pecho y lo apretó entre sus dedos, con su otra mano siguió masturbando su miembro al mismo tiempo que no dejaba de embestirlo. Eran tantos estímulos juntos, pasaron los minutos y ambos no dejaron de jadear y de moverse al mismo ritmo.

Al... Yo... y-ya no puedo...

Su mirada comenzó a nublarse al momento que sus ojos se llenaron de lágrimas. Gimió quebrando su voz, estaba por llegar y por eso mismo su mente se estaba colocando en blanco, empezó a olvidar en dónde estaba o porqué estaban cogiendo tan desesperadamente, lo único que escuchaba eran sus propios gemidos y los jadeos de Alastor desde atrás.

Perdió el sentido y sus manos formaron puños contra la pared al momento que no pudo más y se corrió contra la superficie plana de adelante. En ese momento, sintió como la esencia del demonio radio lo llenó por completo, estaba ardiendo por dentro y los hilos de semen se escurrieron entre sus piernas sin poder evitarlo. Estaba tan caliente... El semen y el calor de ambos cuerpos siendo uno solo. Su cuerpo perdió todas sus fuerzas y el placer infinito lo dejó sin aliento y sin ninguna clase de estabilidad, gimió muy débil y dejó que sus rodillas se vencieran, pero Alastor sostuvo su cuerpo desde atrás y lo abrazó para que no cayera al piso bruscamente.

Angel giró un poco su rostro hacia atrás, jadeando demasiado afectado por el orgasmo y el agotamiento de su cuerpo. Se sintió muy vulnerable cuando observó con claridad los ojos brillantes y rojos de Alastor, porque no parecía estar saciado... De hecho, saciarlo era mucho más complicado de lo que esperaba. Aún así, se suponía que debían salir al escenario en minutos, ¿Acaso querría seguir? Aunque, honestamente, seguiría ese ritmo si su daddy lo deseaba, nada se sentía mejor que coger con él en una situación tan crítica y estresante.

Para sorpresa de Angel, Alastor sostuvo su cuerpo de forma protectora y se acercó para besar sus labios, aún sosteniendo su delgada estructura desde atrás para que no cayera. La araña terminó girando para abrazarlo y envolverlo entre sus brazos, se besaron con tanta hambre y desesperación.

Don't call me angel [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora