Capítulo 25: Hora de la crisis existencial.

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— ¿Y cómo te fue en la fiesta? —pregunta mamá mientras voltea el tocino que está en la sartén.

Estamos sentadas listas para desayunar.

Después de mi intensa conversación con Nomar, decidí no preocuparme lo que restaba de noche por él, sabía que él se iría después de nuestra charla así que no estuve al pendiente después de eso.

Luego de que Nomar dejara de importarme —sólo por anoche, pues hoy no he podido dejar de pensar en él— pasé casi toda la noche con Mikhail, Shawn, Aisha y un par de amigos de Mikhail que no eran tan imbéciles después de todo.

Bailamos y nos divertimos, comimos y charlamos muchísimo. Según Mikhail, todos me amaron, eso es bueno, temía no caerles bien y resulta que me adoraron demás.

Ante la pregunta de mi mamá, alzo el teléfono, entro en el chat de WhatsApp de Aisha y le muestro los archivos multimedia a mi madre. Le extiendo el teléfono.

— La verdad es que fue divertido —comento, tomando una tostada de mi plato para luego masticarla.

Mi madre mira con felicidad el celular. En las fotos y vídeos se me veía muy feliz, cosa que era cierta antes de mi charla con Nomar, después mi ánimo decayó al inframundo.

— Se te veía muy feliz —dice entregándome el teléfono después de mirar las fotos y los vídeos.

— Sí. La familia de Mikhail es súper amigable.

Me pongo de pie y la ayudo a poner las cosas del desayuno sobre la mesa. Ambas nos sentamos y comenzamos a desayunar.

— ¿Te das cuenta de que no tenías nada que temer? Te adoraron.

Sonrío.

— Sí, eso creo.

Meto un trozo de tostada con queso crema a mi boca.

— ¿Qué harás en la tarde?

Tengo ganas de hacer una tarde de chicas, algo así como ponernos mascarillas, comer muchos dulces y ver muchas series en televisión, eso me ayudará a dejar de pensar en Nomar por un buen rato.

— Tengo una cita —responde mirándome con cautela, esperando mi reacción.

Tomo mi vaso de jugo y tomo un sorbo.

— ¿Una cita de trabajo o...? —me intereso, tomo un tocino y me lo llevo a la boca.

— No, una cita con un hombre —aclara.

Me atraganto con el tocino y empiezo a toser como loca mientras intento alcanzar mi vaso con jugo.

— Hija, por Dios, ¿estás bien? —pregunta mamá intentando ponerse de pie pero le pido que se tranquilice.

Tomo un sorbo de mi jugo mientras calmo mi tos. Bien. ¿Mi mamá saldrá con un tipo? Eso sí que no me lo hubiera esperado ni en mil años.

Aunque ya era hora ¿no? Tiene muchísimos años de soltera y ella es una mujer joven y hermosa, obvio debe rehacer su vida.

— ¿Un...hombre? —tanteo ya después más calmada.

Mi mamá lame sus labios y parece nerviosa. Creo que espera mi aprobación o algo. La verdad es que no me molesta en lo más mínimo, mi madre se merece rehacer su vida amorosa al lado de un hombre que sí valore lo excelente mujer que es.

— Em... —duda en hablar— sí, es un doctor del hospital donde trabajo.

Alzo las ceja impresionada, y una sonrisa cómplice adorna mis labios.

— ¿Doctor? —cuestiono divertida. Mi madre me mira con atención.

— Sí, ya sabes... —está tensa y nerviosa por la conversación mientras que a mí me parece el tema más casual que existe— me invitó a tomar un café y...acepté.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora