Natalie:
— ¡No le des demasiado biberón, Matt! —le grito a mi cuñado luego de verlo darle mucho tetero a Leila.
Hoy es 30 de mayo, y sí, nuestra bebé preciosa tiene nueve meses de estar en nuestras vidas llenándolas de color.
Leila se ha vuelto la luz de muchos de nuestros familiares y amigos, pero ¿Cómo no enamorarse de ella si es una preciosidad de niña? No es por ser su madre ni nada, pero sinceramente Leila es una bebé hermosa, sana y llena de esa dulzura que pocos bebés tienen. Estos meses junto a Leila y Mikhail han sido sin dudas los mejores de mi vida, mirarlos a ambos despertar junto a mí cada mañana no se compara con nada, verlos jugar con peluches y mirarse fijamente derrochando el amor que solo ellos se tienen es un sentimiento que no se puede describir, cada vez que los veo juntos me doy cuenta de que no pude ser más afortunada en tenerlos en mi vida.
Matt, como todo el tiempo luego de que nació nuestra hija, está aquí en nuestro departamento jugando y mimando a Leila, además de eso le compró un regalo y vino a traerlo.
La habitación que es de nuestra hija pero que aún no utilizamos porque ella está muy pequeña, está repleta de regalos que entre Mikhail, Matt, Shawn, Nathan, West y Nomar han comprado; porque sí, a pesar de ser los tíos, ya que casi siempre son las tías, son los que más miman a Leila.
Desde que Leila nació ha sido toda una película ver como todos cambian pañales y duermen a mi bebé. No puedo dejar de rememorar cuando Mikhail le dió biberón por primera vez a nuestra hija, fue tan gracioso porque creo que se llenó mucho más de tetero él que Leila; también fue inolvidable cuando le cambió por primera vez el pañal, se llenó entero de talco y casi termina con el pañal sucio en la cara. Cada detalle, cada pequeña situación se vuelven recuerdos a los cuales me aferro plenamente, recuerdo cuando la durmió por primera vez —porque si hay algo que tiene nuestra hija es que no se duerme para nada fácil—, no dejaba de festejar que lo había logrado.
Aún recuerdo cuando decía que sería mal padre, no veo por ningún lado rastro de esas palabras. Ha sido un excelente padre hasta el momento.
Por otro lado, también he disfrutado aprender de lo que es ser madre. Conocer a mi hija ha sido una montaña rusa, descubrí que no le gustan las chupas —solo la de patito amarillo que compré y conservé desde aquella vez que pensé que estaba embarazada luego de perder mi virginidad—, descubrí que le gusta dormir luego de cenar y ser bañada, le gusta jugar con Mikhail al escondido —Mikhail se cubre la cara y ella con sus manitos pequeñas las quita— y por las noches adora dormir en medio de Mikhail y yo.
»Leila es una bebé muy hermosa, tierna y con una sonrisa preciosa —a pesar de que están saliendo sus dos primeros dientes—, donde llega es el centro de atención con sus hermosos ojos verdes, aunque a veces es completamente odiosa —sí, Matt tiene razón, a veces se parece un poco a él—. Al principio solo sonreía con Mikhail y conmigo, de hecho solo se dejaba cargar por nosotros y una que otra vez por Matt, con el tiempo ha aprendido a ser un poquito más amorosa con los que la rodean, con West, Nathan y con Shawn es todo un amor, parece que ellos dos —y Matt— son sus favoritos, y Nomar solo cuando le compra juguetes o algo llamativo. Por parte de las tías adora a Rachell, cada vez que mi mejor amiga viene a casa Leila no deja de jugar con sus cabellos rizados. Leila es una niña inigualable y sin dudas aprendo a amarla un poco más cada día.
Suspiro, dejando sobre la barra de la cocina la jarra del jugo que preparé para la cena de esta noche. Miro sobre la larga mesa cubierta de un hermoso mantel color pastel como reposan fotos de nuestra pequeña familia, sonrío casi al instante viendo como hicimos de este hermoso departamento nuestro hogar.
Como solo seremos Mikhail, Leila y yo para la cena siempre decidimos cenar en la barra, ambos sentados en una silla y Leila en su sillita para bebé. Aún falta cocinar la cena, pero siempre disfruto ver como Mikhail prepara la comida con Leila en mis brazos, burlándome de él o diciéndole lo mucho que lo amo.
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Estrella Fugaz © [Completa ✔]
Dla nastolatkówEstoy sentada en la cafetería junto a Rachell y María quienes hablan de lo deliciosa y apetitosa que está la hamburguesa que sirvieron en el almuerzo de hoy, intentan incluirme en la conversación pero me es imposible prestarles atención, no puedo de...