Estrella Fugaz © [Completa ✔]

Capítulo 27: Extraña primera cita.

Bien.

Me confundí. ¿Perdonarlo? Bueno, la verdad todos estos detalles me incitan a hacerlo pero no, no quiero ser tan estúpida.

Perdónalo de una maldita vez, sabes que eso es lo que quieres.

Sí, quiero eso, pero también quiero no salir herida, no más, y a pesar de que el todo está muy lindo debo pensar con la cabeza y no con las hormonas que muchas veces me controlan.

— ¿Y? —me mira, expectante.

Salgo del viaje astral en el que había entrado con rapidez. Reacciono nuevamente. Observo el peluche, la cajita feliz y a él. Todo es tan tentador, todo me incita a perdonarlo pero entonces ¿de qué sirven todas las palabras que le dije ayer? De nada y debo mantener todo lo que dije, tengo que darle una lección y perdonarlo no es la mejor manera de enseñarlo.

— Em... —trago grueso pensando en qué decir.

Su mirada es atenta y eso me pone nerviosa.

Lo más seguro es que espere que lo perdones, pero Dios, me sorprenden tus palabras anteriores.

Sí, no estoy dispuesta a aguantar más humillaciones, no las merezco y no dejaré que lo siga haciendo cuando le dé la gana.

— Yo... —respiro hondo nuevamente, muy profundo—, yo en serio agradezco estos detalles, todo está muy lindo...

— ¿Pero?

Muerdo mi labio.

— Aún no puedo perdonarte, Nomar. No con todo lo que dijiste.

Busco algo en su mirada, disgusto, tristeza, pero nada. Solo está ahí con una sonrisa, me confunde.

— Lo sé —acepta él dejándome perpleja.

¿Qué? si sabía que no lo iba a perdonar ¿por qué hizo todo esto?

Frunzo el ceño.

— Espera ¿qué?

No oculto mi asombro ante su certera respuesta.

Se cae de hombros.

— Bueno, la verdad es que esto no se me ocurrió a mí.

Alzo ambas cejas. En serio no entiendo nada. Si me pareció extraño, Nomar no es así, no es de los chicos que te regalan un peluche, así que sí, es raro.

— ¿Y a quién se le ocurrió todo esto?

Entonces Nomar no hizo esto porque quiso sino porque alguien le dijo que lo hiciera. Qué decepción.

— Rachell —menciona el nombre de mi mejor amiga, haciéndome rodar los ojos.

— Típico de ella.

Se ríe un poco.

— La verdad es que ella fue quien me dijo que debía hacerte todo esto.

— ¿Entonces no querías hacer esto? —pregunto sin poder evitarlo.

Sonríe de lado.

— No.

Mi corazón se astilla.

— Mhm...

Me cruzo de brazos y miro a una pareja con su hijo intentando esquivar la mirada de Nomar.

— La verdad es que sí quería volver a disculparme —habla y entonces decido verlo, aún tiene esa maldita encantadora sonrisa en sus labios— pero no así.

Intento no sonreír para no parecer idiota, afortunadamente lo logro. Al ver que no pregunto nada, decide continuar.

— Yo solo quería cenar hamburguesas contigo, ya sabes, algo menos cursi que todo esto —revela mientras señala la cajita feliz de Mc Donald's— Por eso esta cajita feliz está aquí.