Estrella Fugaz © [Completa ✔]

Capítulo 42- Segunda Parte:Dulce Venganza.

Capítulo dedicado a: todos ustedes porque se lo merecen❤.

.....

Miro a Mikhail, parece tan sorprendido como yo.

La rubia tiene un muy escotado traje color blanco y dorado, también tiene una tiara de laureles parecida a la de Nomar, solo que con más detalles y muchísimo más fina.

— ¿Me extrañaron? —cuestiona Nomar sonriendo de lado.

— ¿Ella es tú cita? —Rachell señala a la rubia, reconociéndola al instante. Emmy no aparta la mirada de Mikhail, cosa que me pone incómoda.

Asiente.

— Ella es Enmy, pero creo que ya todos aquí la conocen.

La mencionada sonríe con malicia mientras nos mira, luego acomoda su lindísimo cabello rubio arreglado en un finísimo peinado de peluquería.

¿Cómo hace para en serio parecer una maldita diosa griega? Yo con suerte me maquillo y parezco una persona normal.

— Hola —saluda ella, mirando a todos vagamente.

— ¿Puedo hablar contigo, Em? —Mikhail se pone de pie y luce tenso, irritado.

Lo miro, confundida e intrigada, pero no digo nada.

¿Qué se supone que debe hablar con ella?

Calmate ya, celópata.

Bien, me calmo.

— Claro —responde ella con una sonrisa—. Ya vuelvo, bebé.

¿Bebé? ¿Qué?

Frunzo el ceño inmediatamente. No entiendo nada.

¿Nomar y Enmy? Imposible.

Ella no combina con él. ¿Dónde se conocieron? ¿Cómo llegaron a esto?

— ¿Por qué todos parecen sorprendidos aquí? —pregunta Nomar, tomando asiento junto a Nate y los demás.

— Porque parece una puta diosa —responde Nate a cambio mirando a la rubia. Ella habla con Mikhail algo alejados de nosotros— y no hablo del jodido disfraz.

— ¿Dónde la conseguiste? Yo quiero una —opina Fabián sin apartar la vista de Enmy.

— Supongo que es un secreto —se limita a decir mientras me da una mirada rápida.

Algo me da mala espina.

— ¿Podemos hablar un momento, Nomar? —las palabras salen de mi boca sin siquiera darme cuenta.

Sonríe.

— ¿Pasa algo?

— Sígueme —le pido, poniéndome de pie.

Camino hacia la zona contraria de donde Mikhail se encuentra hablando con Enmy.

Cuando por fin nos encontramos apartados de los chicos, decido detenerme.

Nomar me mira, expectante.

— ¿Y?

— ¿Qué estás haciendo?

— ¿Que hago de qué? —se cruza de brazos sin borrar esa sonrisa que me pone nerviosa.

— No te hagas el estúpido ahora, dime ¿qué intentas con Enmy?

— ¿Intento? Yo no estoy intentado nada —se cae de hombros.

— ¿Por qué la trajiste al baile? —lo interrogo, impaciente.