Capítulo 26: ¿Me perdonas?

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— ¿Así que después de decirle eso lo dejaste ahí? —pregunta West mientras termina de masticar un trozo de pizza.

Asiento, bebiendo un trago de refresco. Estamos sentados frente a la barra de la cocina comiendo la pizza.

— Chica ruda —sonríe—. Es genial que quieras dejarle en claro las cosas.

Medio sonrío. Es lo que voy a intentar hacer ahora, admito que es un poco fácil decirlo, lo complicado será hacerlo; digo, sus ojos siempre me hacen dudar de las cosas.

— Sí, eh...bueno, creo que es lo mejor —admito, mordiendo un trozo de pizza que acepté que West me diera.

— Es lo mejor, créeme —asegura—. Además, es mejor saber qué es lo que tú quieres y lo que él quiere, así pueden saber qué hacer y no hay problemas ¿sabes?

Asiento.

Bueno, en realidad yo sé lo que quiero, descubrir lo que Nomar quiere es otro dilema.

— No sé lo que él quiere —miro las burbujas de gas en el vaso con refresco.

— Yo te dije lo que Nomar quiere —recuerda mientras come con tranquilidad—. Nomar no es un chico al cual le guste amarrarse en una relación, para él son mejores las cosas poco duraderas, lo casual.

— ¿Qué pasa si yo quiero que dure? —cuestiono, alzando la mirada para mirarlo.

Éste medio sonríe mientras ladea la cabeza en busca de una respuesta.

— Todo depende de él —afirma con seguridad.

— ¿Los hombres cambian?

Sé que Nomar es un mujeriego y un maldito, también sé que él posiblemente no cambie ni por mí, ni por nadie pero...necesito saberlo, necesito saber si tengo alguna oportunidad.

— Pues... —piensa en qué decir— algunas veces es necesario cambiar, por nuestro bien o por el de la persona que amamos.

Muerdo mi labio.

— ¿Eso quiere decir?

— Sí, Natalie, cambiamos, pero no todo el tiempo, la razón que nos haga cambiar tiene que ser más grande que nosotros mismos, cosa que es difícil.

— ¿Por qué lo dices? —indago.

No sé porque lo noto extraño hablando de esto, ¿habrá cambiado por alguien? Aunque la verdad yo lo veo igual que siempre, salvo de los viajes repentinos por los cuales desaparece un par de días.

— Por nada, solo lo digo.

— Sabes que puedes contarme lo que sea ¿cierto?

Lo miro con detalle. Creo que me oculta algo pero no quiero presionarlo, de por sí ya es cerrado con sus cosas, no quiero que se cierre aún más.

— Lo sé, no hay nada de qué preocuparse —me sonríe; sonrisa característica de él, enérgica y con un toque de malicia.

No lo sé, no me convence, creo que no está diciéndome algo. Decido no interrogarlo, no quiero incomodarlo, prefiero a que él me lo diga por sí solo cuando esté listo.

Después de que terminamos de comer, nos encontramos viendo Friends en la televisión. Son las siete y treinta, el cielo ya se está tornando oscuro.

— ¿Qué hay con Mikhail? —pregunta apenas termina el capítulo que veíamos.

Muerdo mi labio.

— ¿Mikhail?

Él asiente mientras hace un Ujum.

— Es mi novio.

Alza una ceja, curioso.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora