— ¿Así que...ustedes? —María señala a Nomar y luego a mí con una ceja alzada.
— ¡No! —respondo al instante, bajándome de la isla.
Nomar me mira con una sonrisa burlona. Yo sigo negando.
Sé que le divierte esto. Debe estar tan acostumbrado.
— Se los explicaré luego —aseguro, tomando a Nomar por el brazo y arrastrándolo a la salida.
— ¿Qué haces? —pregunta divertido mientras salimos de la cocina.
— No puedo creer que ellas nos hayan visto... —niego, no puedo siquiera pronunciar la palabra.
Es raro que ellas no hayan visto besándonos.
— ¿Qué? ¿besándonos? —se burla, yo sigo negando. Abro la puerta y lo saco.
— No lo digas ¿sí? —pido—. Es vergonzoso.
Él suelta una carcajada.
— Es normal.
— Claro que es normal, lo anormal es que sea contigo.
Vuelve a reír y yo ruedo los ojos. Él está de frente a mí y de espaldas a la calle.
Observo como la camioneta de Mikhail se estaciona frente a mi casa.
Mierda y más mierda.
— Es hora de que te vayas —lo empujo un poco—. Se hace tarde.
Él frunce el ceño.
— ¿Me estás echando de tu casa?
— Exactamente —acepto, mirando de reojo la camioneta la cual está ahí, apagada.
— Bien, me voy —accede alzando las manos en señal de rendición— pero...
— Ya sabía que no te ibas a ir sin pedir algo.
Ruedo los ojos con una sonrisa, él se acerca.
— Bésame.
Suelto una carcajada.
— Sabes que no haré eso ¿verdad?
Obvio que lo besaría pero no lo haré. Algo me dice que ahora no es el momento.
— Tenía que intentarlo —se cae de hombros, yo niego con una sonrisa torcida. Es tan extraño verlo así—. ¿Te veo mañana?
Asiento sin dejar mi sonrisa. En serio me gusta este nuevo Nomar.
— Sólo vete ¿quieres? Tengo que lidiar con mucho ahí dentro —señalo dentro de la casa.
— Suerte con eso —me desea, comenzando a alejarse de la casa—. Buenas noches, Nat.
— Adiós, Nomar.
Uffs, eso ha sido muy extraño.
Este día ha sido una locura.
Nomar está actuando muy extraño —y no me malinterpreten, me encanta este nuevo Nomar—. Mis amigas nos descubrieron besándonos, además de que ellas piensan que tengo algo con Mikhail, y luego está la pelea.
Este día fue un frenesí total.
Lo veo perderse por la alumbrada calle. Por suerte no le presta atención a la camioneta de Mikhail.
Después de que lo veo desaparecer, subo con rapidez a mi habitación a cambiarme.
No pienso recibir a Mikhail cómo toda una loca.
Mis amigas están en la habitación recostadas mirando tv, cuando me ven entrar sonríen.
— Bien, es hora de la explicación —pide Naza, acomodándose sobre la cama.
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Estrella Fugaz © [Completa ✔]
Novela JuvenilEstoy sentada en la cafetería junto a Rachell y María quienes hablan de lo deliciosa y apetitosa que está la hamburguesa que sirvieron en el almuerzo de hoy, intentan incluirme en la conversación pero me es imposible prestarles atención, no puedo de...