Extra #2

11.4K 571 308
                                    

Capítulo 27: extraña primera cita.

Nomar:

Me siento una mierda desde que le dije a Natalie que solo la usé por diversión cuando no era cierto.

Lo dije para lastimarla y solo lo hice por sentir celos al ver como el imbécil de su novio la besaba.

¿Está bien que me sienta celoso? No lo está, la sencilla razón es porque Natalie ha babeado durante años por mí, no le había hecho caso porque soy un idiota y justo ahora que tiene novio es que mis malditos sentimientos de posesividad quieren aparecer.

Sé que no es justo que ahora que Natalie está con alguien yo venga y quiera meterme en medio, pero es inevitable, cuando algo siempre ha sido tuyo y vine alguien y amenaza con robarlo lo primero que hago es reclamar. Natalie siempre ha estado enamorada de mí y por eso siento que ella es mía, deberá ser mía.

Me gusta Natalie, sí, pero sé que aún no sé cómo llevar una relación, lo menos que quiero hacer es herirla, por eso es que le ofrezco algo casual, nos daríamos todo sin estar amarrados, así no la lastimaría.

Error. Sí la lastimaría porque ella está enamorada, yo no.

Vaya mierda que es mi vida.

Decidí que sería buena idea pedirle disculpas por mi comportamiento estos últimos días. Sé que la cagué muchísimo, en serio no sé en qué mierdas estaba pensando cuando le dije que era solo una diversión para mí.

Concluí volver a disculparme ya que la última vez que lo intenté fue un enorme fracaso, por eso creí que mejor era esperar un poco a que las aguas se calmasen y así volvería a intentarlo.

Mi cabeza me sugirió la idea, Rachell por otra parte casi me degolla al enterarse que le dije eso a Natalie. Le dije que quería pedirle disculpas y ella insistió en ayudar. Su ayuda consistió en unas cuantas cursilerías, cursilerías que acepté porque eso le gustaría a Natalie.

Ahora me encuentro sentado en el parque donde la cité hace media hora, esperando a su llegada.

Comprendería perfectamente si no quisiera venir, digo, mi comportamiento no fue el más ideal para tratarla aquella noche, entendería perfectamente si ella siguiese molesta, pero en serio estoy arrepentido y quiero disculparme. No diré que no lo volveré a hacer porque la verdad soy muy impulsivo, siento celos y mi mente se nubla, queriendo herir a todo aquel que se ponga en mi camino, más si prometo intentar controlarme, intento que quedará en nada porque realmente soy muy terco.

Suspiro, observando el parque el cual está medianamente lleno. No veo a Natalie por ningún lado. Miro el reloj sobre mi muñeca y ya casi son las siete, mi suposición es que no vendrá.

Alguien se posa frente a mí, alzo la vista encontrándome con sus ojos cafés. Sonrío, alegrándome de que ella haya decidido venir.

Me pongo de pie, sosteniendo el estúpido peluche que Rachell me dijo que comprara.

— Pensé que no vendrías —admito mientras sonrío de lado.

— Yo —toma un suspiro—...estoy aquí.

Sonrío— Y estoy muy feliz de eso.

Le extiendo el peluche.

Me da una mirada llena de duda, confusión, parece dudar en tomarlo. Mi corazón se acelera ante la espera a una respuesta.

— ¿Entonces? —inquiero, sintiéndome extrañamente nervioso. Sonrío— ¿Me perdonas?

Parece quedar pasmada por un instante, pensando, dudando. Los nervios se exteriorizan cuando las manos me comienzan a sudar. Ay mierda.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora