Capítulo 29: No debió pasar.

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Llevamos más de veinte minutos esperando la comida y esto se ha vuelto un maldito calvario.

No soporto sentarme en una misma mesa que ella y sus amigos, son tan insoportables, sus voces tan chillonas hablando sobre que isla quieren visitar y teniendo competencias de quien puede gastar más, es sumamente irritante y desesperante tener que sentarse a escuchar millones de estupideces. No sé cómo me he contenido tanto para no tomar el tenedor sobre la mesa y clavárselo a alguno de ellos en el ojo.

Estoy junto a Mikhail quien está fumando en el narguile, me lo ha ofrecido un par de veces pero aún no sé si lo debería aceptar, aunque el olor exquisito que desprende con aroma a chocolate está comenzando a confundirme.

Aisha, Enmy y otra chica se fueron hace dos minutos en busca de la camarera, al parecer se ha tardado demasiado con nuestra cena.

Mikhail juguetea con los dedos de mi mano mientras revisa su teléfono con la otra.

— ¿Qué haces? —le pregunto. Estoy tan aburrida que no sé qué hacer.

— Reviso WhatsApp —responde, mirándome con una sonrisa.

— ¿Puedo ver?

Él sonríe con malicia.

— No me digas que eres de esas novias desconfiadas.

Sonrío.

— No lo soy, tranquilo.

Tomo el móvil entre mis manos y lo comienzo a revisar. Tiene cerca de trescientos chats sin abrir y la mayoría son mujeres.

— Vaya, eres todo un adonis —comento en medio de una risa sin dejar de mirar los mensajes.

Suelta una carcajada.

— No lo soy.

— Claro que lo eres, el único chat que tengo sin abrir es el de mi madre y mira todos los que tienes tú, la mayoría son chicas.

— No tiene nada que ver.

— Tiene mucho que ver, ellas te ven como una hamburguesa andante.

Frunce el ceño.

— ¿Hamburguesa andante?

— Sí, provoca comerte.

Después de decir eso, ambos estallamos en carcajadas.

— Qué ocurrente eres.

La verdad es que sí, tengo unas ocurrencias bastante locas. Por lo menos no tengo que esforzarme demasiado para ser graciosa.

Me quita el teléfono de la mano y abre la cámara.

— ¿Qué tal si el adonis se toma una foto con su novia? —cuestiona, acomodando su teléfono para tomarnos una selfie.

Asiento mientras extiendo mi mejor sonrisa.

Nos tomamos un par de fotos —y todo gracias a mí, soy muy indecisa con respecto a las fotos—, al terminar veo caminar hacia nosotros a Aisha y la camarera con un par de platos.

La chica comienza a servir la cena de todos, menos la mía y la de otras chicas que no están en la mesa.

— ¿Y la de Natalie? —pregunta Mikhail tomando su refresco y llevándoselo a la boca.

— Enmy y Juli la traen en seguida, nosotras no podíamos con todos los platos —explica Aisha.

Frunzo el ceño. ¿Acaso soy la única que ve esto como sospechoso? Digo, me odia ¿y si le echa veneno a la comida?

Deja de ser paranoica.

Bien, sí, estoy siendo algo paranoica, pero que ellas se hayan quedado con mi comida no me da muy buena espina.

Estrella Fugaz © [Completa ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora