Capítulo 35 - La verdad

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-Oye, tú- fue la respuesta ronca. - ¿Sabías que tuve un aborto involuntario porque estás durmiendo con mi novio? -

Valentina y yo hablamos todos los días desde que regresé de Nueva York, nunca nos metimos en nada serio, solo hablamos de nuestros días y nos conocemos mejor ya que nos saltamos ese paso en nuestra relación. A medida que nos sentíamos más cómoda, descubrí que a veces era adorablemente tonta y tenía un sentido del humor algo retorcido.

Me reí -Sí, creo que lo leí en alguna parte. También leí que amenazaste con quitarme los ojos y, um, creo que me diste un golpe. ¿O yo te di un golpe?-Reflexioné.

Las dos nos reímos, y nos quedamos en silencio por unos momentos.

-¿Dónde estás?- Le pregunté con el tiempo. -¿Te dejaron salir del asilo?-

-Haciendo cola en el supermercado. Tuvimos un descanso y sentí un antojo por papas fritas -

-¿Solo estás haciendo cola en el supermercado, comiendo papas fritas, y nadie te está molestando?-

-Ummm- Más crujidos, y un trago -Estoy disfrazada-

-¿Disfrazada? ¿Y de qué estás disfrazada? -Pregunté con curiosidad, con dificultad para pensar en algún tipo de disfraz que cubriera a alguien que se parecía a Valentina.

-Mamá del fútbol- dijo entre crujidos.

Me reí, seguro que ella estaba bromeando. -Ummm. Sí, eso es un disfraz para ti -

-No es como te ves, Juliana- dijo distraídamente, y escuché voces en el fondo -es lo que quieres que vean. Espera un segundo ...-

La había visto entrar y salir de su personaje en el set de 9P lo suficiente para saber de qué era capaz, y mi admiración por su talento subió un poco más. Sacudí la cabeza y escuché con una sonrisa ausente mientras ella interactuaba con el cajero, pagando sus artículos y haciendo que la mujer se riera de algo.

-Está bien, estoy de vuelta- dijo finalmente con más crujidos. -¿Qué estás haciendo?-

-Estoy en casa de Esme. Tenía algunos regalos para ella, y solo hemos estado ... charlando -

- Oh, bueno, dile hola -

Oí un chapoteo, y miré para ver que Esme se había levantado y estaba tirando la boya a los perros otra vez, la expresión en su cara claramente molesta. -No creo que sea una buena idea en este momento-

Ella dejó de comer .

-Juliana, ¿qué pasa? -

Sonreí ante la preocupación en su voz -Nada. Esme acaba de decirme que, dado que obviamente tengo una cosa por Josh, debería alejarme de ustedes dos -

Una pausa. -Tienes una cosa con Josh? ¿Y cuándo ibas a contarme esto? -

-Ja,Ja-dije sarcásticamente, y ella se echó a reír y mordió un chip particularmente crujiente.

-Sabes, Juliana, está bien si lo dices- dijo después de tragar.

-¿Qué? Pensé que todavía estábamos en modo sigiloso -

-Bueno, prefiero no decirlo en un anuncio de página completa en el New York Times, pero sé que puede hacer las cosas difíciles cuando no puedes ser honesto con alguien. Se lo dije a Josh de inmediato, ¿recuerdas? -

-Sí...-

-No te estoy diciendo qué hacer, Juls, solo te digo que está bien. ¿Bueno? -

-Está bien- estuve de acuerdo, mirando a Esme pensativamente. Miró hacia atrás y sonreí, pero no devolvió la sonrisa, sino que arrojó la boya con más crueldad a través de la piscina. -Sí, tal vez era hora de hablar con Esme -

Perdida en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora